martes, 25 de mayo de 2010

Utopias 1-5

“UTOPÍA”

Por: Alberto Galindo Jr.
Tomado en paráfrasis, del libro: “La Rebelión de las Masas”; de José Ortega y Gasset. Ed. Altaya 1993.
Mayo de 2010.

Dedicatoria:
- A la memoria de mi padre… Senador: † ALBERTO GALINDO, humanista, y fiel “carguero-mensajero” del pueblo; guía y luz de mi existencia; y, ejemplo de tenacidad y lucha. –

Nota:
- Soñamos, con un mundo unido: en lo ético, económico y social; en el cual reine la paz y el amor. Un mundo sin - necesidades básicas insatisfechas - ; que solo, demande equilibrio: en fraternidad, igualdad y correspondencia colaboracionista. En el cual, el “Estado”, sea únicamente emisor y administrador; planificando (en el nivel mundial, mediante la “Cibernética Inteligente”) y advirtiendo, las posibles penurias de su pueblo; con el único afán de evitarlas al máximo. Por ejemplo: obviando a lo grande, la concentración de tierras en pocas manos (y en todo.) En fin, un “Estado-nación-mundial”; cuyos representantes sean democráticamente elegidos; un pueblo, bien encarnado e interpretado; viviendo en un eterno - nosotros – ; donde el - yo – no enrede más; para así poder estar juntos; orar juntos; jugar juntos; vivir juntos, trabajar juntos: comer juntos y por que no, hasta gozar juntos. -
-
- En un fiel, acercamiento y acatamiento; “Aristotélico”. Como reza este “libro”; que en el fondo es una “lección”, comparativa, de la voluntad, de vencer y manejar nuestras vidas. Coloca a los pueblos (Naciones-estados) en el nivel de las personas, con el fin de recordar; que en el fondo… todo… es lo mismo; y que tenemos el mismo origen; idioma y pensamiento ético-filosófico. -
-
- ¡Utopía cumplida; o, revolución manifiesta!
-
- Finalmente: Un mundo en el que todo… “político”, que no cumpla, lo que prometió; al balance, de la mitad de su “período constitucional”; deba ser destituido, en forma fulminante y automática; con el fin… de llamar nuevamente a elecciones; para reemplazarlo; o, que lo sea, por su correspondiente suplente. -

¿Quién manda en el mundo?
-
- “La civilización “europea” - madre de la cultura; de la unión económica de las naciones: La – UE - ; supremo, ejemplar, juez y guía, ético-político-econo-social; digno de seguir y conocer - ; Ya, el viejo continente, ha producido automáticamente: “La Rebelión de las Masas”, que por su anverso, el solo hecho de presentarse… esta rebelión, nos mostró, desde ese instante… su cariz óptimo”. -

Se ha anunciado que: “La Rebelión de las Masas”, es una misma cosa, con el crecimiento fabuloso, que la vida humana ha experimentado, en nuestro tiempo; pero, el reverso, del mismo fenómeno, es tremebundo. Mirado, por ese haz: la “Rebelión de las Masas”, es una misma cosa, con la “desmoralización radical de la humanidad”.
- Miremos, esto, ahora, desde nuevos puntos de vista: La sustancia o, índole, de una nueva época histórica, es la resultante de variaciones internas del hombre y su espíritu; o, son – externas - formales; y, mecánicas. Entre estas últimas, la más importante, casi sin duda, es el desplazamiento del poder; pero, también es cierto, que este trae consigo, un desplazamiento del espíritu. - El hombre, ha caído, en la fatal desobediencia, del primer mandamiento, de la “Ley de Moisés”, inspirada por Dios, en el Sinaí. -
Por eso, al asomarnos (y otear) a un tiempo, con ánimo de comprenderlo; una de nuestras primeras preguntas, debe ser principalmente, esta: «¿Quién manda hoy en el mundo?» ; podrá ocurrir, que a la sazón, la humanidad, esté – aparentemente - dispersa, en varios trozos, sin comunicación – espiritual - entre sí; que forma mundos interiores; e, independientes.
En el tiempo de Milcíades: el “mundo mediterráneo”, ignoraba la existencia, del “mundo externo oriental”. En tales casos, tendríamos, que referir nuestra pregunta, a cada grupo de convivencia: «¿Quién manda hoy en el mundo?»
Pero, solo desde el Siglo XXI (el mismo, de la “Red Internet”; el de la “era” de la mente); se ha entrado, en la humanidad, todo en un proceso gigantesco de “unificación”; que en nuestros días, ha llegado a su término insuperable.

Pues, ya casi, no hay trozo de humanidad, que viva aparte – no hay islas de humanidad - . Por tanto, desde aquel… Siglo de antaño, puede decirse: que quien mandaba en el mundo, ejercía, en efecto, su influjo… autoritario, sobre todo él. Tal ha sido el papel del grupo homogéneo; formado, por los “pueblos europeos”; durante más de tres Siglos. Europa, mandaba; y, bajo su unidad de mando, el mundo vivía, con un estilo unitario; o, al menos, progresivamente unitario. Este estilo de vida, hoy, suele denominarse: «Edad Moderna» ; nombre gris, e inexpresivo, bajo el cual, ésta realidad; o, “época”, de la hegemonía europea… solía convivir.
Pero, no obstante, que por, “mando”; no se entiende primordialmente, el ejercicio del poder material; y, de coacción física. Porque, aquí, se aspira, a evitar estupideces; por lo menos, las más gruesas y palmarias. Ahora bien, en una relación estable y normal, entre los hombres; que se llama: “mando”. No se descansa nunca, en la fuerza; sino, al revés. Porque un hombre; o, grupo de hombres (camarilla); que ejerce el mando, tiene a su disposición, ese aparato; o, máquina social, que se llama… “fuerza”. Los casos, en los que a primera vista, parece ser la fuerza, o, el fundamento del “mando”; se revelan, ante una inspección ulterior, como los mejores ejemplos, para confirmar aquella “tesis”.

Nota:
- Por ejemplo: Antaño, Napoleón I, de Francia; dirigió a España una fuerte agresión; y sostuvo esta agresión, durante algún tiempo; pero, realmente, no mandó en España, ni siquiera, un solo día. Y esto, a pesar, de que tenía la fuerza; y, precisamente, porque tenía solo la fuerza, conviene, distinguir, entre un hecho; o, proceso de agresión; y, una situación de mando.
-
- El mando, es el ejercicio normal de la autoridad; el cual, se funda siempre: en la “opinión pública” – siempre, hoy como hace diez mil años - ; entre los ingleses, como entre los “botocudos”; jamás… (a la larga) ha mandado nadie en la tierra, nutriendo su mando; esencialmente, de otra cosa, que no sea, la “opinión pública”.

¿O, se cree, pues, que la soberanía, de la “opinión pública”; fue un invento hecho por Dantón, en 1789; o, por Santo Tomas de Aquino, en el Siglo XIII? La noción, de esa soberanía, habría sido descubierta aquí; o, allá; en esta o, en otra fecha; pero el hecho, de que, la “opinión pública”; es, la “fuerza radical”, que en las sociedades humanas; produce el fenómeno de “mandar”; es una cosa tan antigua y perenne, como el hombre mismo.
Así, como en la física de Newton: la “gravitación”, es la fuerza universal, que produce el movimiento; y, como la “Ley” de la “opinión pública”; es, la “gravitación mundial”, de la historia política. Sin ella, ni la ciencia histórica, sería posible. Por eso, agudamente: D. Hume (1711-1776); en su “Tratado de la Naturaleza Humana”; insinuó… que la opinión, que él tenía de la historia; consistía, en demostrar, como la soberanía de la “opinión pública”; lejos, de ser una aspiración “utópica”; es lo que ha pesado siempre; y a toda hora, en las “sociedades humanas”. Pues, hasta quien pretende gobernar con los “jenízaros”; depende de la “opinión” de estos; y de la que, tenga, sobre estos, los demás habitantes. Pero, la verdad, sin embargo, es que no se manda, con los “jenízaros”.



Nota:
- Por ejemplo: Así, fue… como una vez (durante una discusión, por el dominio de los países europeos; y el cambio, de las testas coronadas; y la sospecha de traición): M. de Talleyrand, decía… al Emperador de Francia Napoleón I: «Con las bayonetas “Sire”, se puede hacer todo… menos una sola cosa: sentarse en ellas» ; y el Emperador le replicara… violentamente… resentido… «Usted… solo es, un elegante - forrado en seda - saco de estiércol»; a lo que el canciller francés, retirándose (de para atrás… con una debida venia circunspecta) dijera para sí… «lástima, que un hombre tan inteligente, sea tan mal educado. Pero, en fin… el que manda… manda». Pensó este… “Canciller”; de todos los tiempos; o, sea, de antes de Napoleón; con Napoleón y después de él. –

Mandar… no es, el gesto de arrebatar el “poder”; sino, el tranquilo ejercicio de él; en suma: mandar, es sentarse en un trono; silla; cómoda y mullida curul; banco azul; poltrona ministerial; o, silla presidencial; etc. Contra, lo que una óptica e, inocente folletinesca supone… el “mando”, no es tanto, una cuestión de “puños y bayonetas”; como, sí lo es de “posaderas”, acostumbradas, al plácido y meditativo, sueño en ellas.
“El Estado”, es en definitiva: “Un Estado de Unión”, como una verdadera situación de equilibrio… de estática. Lo que realmente pasa, es que a veces… “la opinión pública”, (aparentemente) no existe. Pues, una sociedad, dividida en diversos grupos altamente discrepantes; cuya fuerza de opinión, queda recíprocamente anulada; no da lugar, a que se constituya… un mando serio. Y como a la naturaleza, le horripila el vacío; ese hueco que deja la (supuesta) fuerza ausente de “la opinión pública”; se llena con la fuerza bruta. A lo sumo; pues, se adelanta ésta, como sustituto de aquella. Por eso, si se quiere expresarlo con toda precisión; es la “ley de la gravitación histórica”.
Conviene, tener en cuenta, estos casos de (imaginaria) ausencia; y entonces… se llega a una fórmula: que es el conocido venerable y, verídico lugar común. Definitivamente… no se puede mandar, contra la “opinión pública”. A la larga, se puede hacer todo, menos el hecho de desconocer, de plano, a la (dormida) “opinión pública”. Puesto, que más temprano que, tarde; esto se paga y con creces. ¡El pueblo… siempre se lo cobra! Definitivamente, no se puede nadar contra la corriente.

Nota:
- Esto, nos lleva, a caer en la cuenta… de que el “mando”… es (la mayoría de las veces) el resultado de un “manojo de promesas” que no se pueden cumplir; o, es el resultado de la fuerza de las armas; o, de la sugestiva imaginación… del poder sin control. Como reza, aquella célebre frase del candidato: «Yo solo, dije lo que dije; y lo que dije: fue que… ¿si se puede?; no, que… ¡sí se puede!» ; Significa, esto, la prepotencia de una “opinión”; por lo tanto, de un espíritu; de que el “mando”… no es, a la postre, otra cosa: que el poder espiritual (reflejado, en el quinto poder: “La Prensa”.) Los hechos históricos, confirman esto; de manera escrupulosa. –

Todo mando primitivo, tiene un carácter “sacro”; porque (en el fondo) su cubierta en lo religioso, es la forma primaria, bajo la cual aparece siempre, lo que luego, va a ser espíritu, idea; opinión; en suma… lo inmaterial y ultra físico. En la “edad media”; se reproducía, con un formato mayor, el mismo fenómeno: El “Estado” o, el “Poder Público”; que primero se formó en Europa: fue la “Iglesia”; con todo, su carácter específico y (desde ya) nominativo del “poder espiritual”.
Luego, de la “Iglesia”; se aprendió, que el poder político; que tampoco es originariamente; sino, que es netamente, el poder espiritual (rito-mando); vigencia de ciertas “ideas”; que, sin embargo, crearon: “El Sacro Imperio Romano”. De este modo, desde entonces, lucharon dos poderes, igualmente espirituales, que no pudiendo diferenciarse, en la sustancia; pues, - ambos eran “espíritu”. – Y que finalmente vienen, a acordar, la instalación de cada uno, en un “modo”, de lapso… o sea, el “temporal y el eterno”. Luego, poder temporal; y, poder religioso; son idénticamente espirituales; pero el uno, es espiritual del tiempo – opinión pública intramundana y cambiante - mientras el otro es, “espíritu de eternidad” – como la opinión de Dios - ; o sea, la que Dios tiene, sobre el hombre y su destino (en el campo físico, económico y social.)
La mayor parte de los hombres, no tiene “opinión” (concreta y propia, solo heredada); y es preciso que ésta venga de afuera; a presión, como entra el lubricante, en las máquinas. Por eso, es preciso, que el espíritu – sea el que sea – tenga poder y lo ejerza; para que la gente, que no opina – y es la mayoría – opine. Sin opiniones, la convivencia humana, sería el caos; menos aún, la nada histórica. Sin opiniones, la vida de los hombres carecería de arquitectura, de originalidad. Por eso, sin poder espiritual; sin alguien que mande; y en la medida que ello falte; reina en la humanidad el caos; y parejamente, todo desplazamiento de poder; todo cambio de imperantes; que es a la vez, un cambio de opiniones personales; y, consecuentemente, es a la vez, también un cambio de opiniones comunes; y por lo tanto, manda menos, que un cambio de “gravitación histórica”.
Durante, varios Siglos, ha mandado en el mundo: “Europa”, o sea, un gran conglomerado de pueblos con espíritu afín. En la “Edad Media”, no mandaba nadie, en el mundo temporal. Es lo que ha pasado, en todas las “edades medias” de la “historia total”. Por eso representan siempre un relativo “caos”, y por ende, una relativa, barbarie; un déficit de “opinión”. Son tiempos, en los que se “ama y se odia”; se “ansía y se repudia”; y por todo ello, se forja, la “anarquía”, en gran medida; pero, en cambio, se “opina poco”. No carecen de delicia, los tiempos así; pero en los “grandes tiempos”; es la “opinión”, de lo que vive la humanidad; y por eso, hay orden. Del otro lado, de la “Edad Media”, hallamos nuevamente, una época en la que, como en la “era moderna”; manda alguien, bien que sobre una porción acotada, del mundo: Entonces, fue como Roma, la gran “mandona”; ella sola, puso orden en el Mediterráneo y aledaños.
En estas jornadas, de pos-guerra; comienza a decirse que Europa, no manda ya, en el mundo. ¿Se advierte toda la gravedad de este diagnóstico? Con él, se anuncia un desplazamiento del poder… ¿Hacia donde se dirige? ; ¿Quién va a suceder a Europa, en el mando del mundo? Pero, ¿Se está seguro, de que la va a sucederle alguien? Y, si no fuera nadie... ¿Qué pasaría?
La pura verdad… es que en el mundo, pasan infinidad de cosas, en todo instante, y por lo tanto… ahora. La pretensión, de decir, que es lo que, pasa ahora, en el mundo; ha de entenderse; pues, como ironizándose, así misma. Mas, por lo mismo, que es imposible, conocer directamente, la plenitud de lo real; no tenemos más remedio que construir arbitrariamente, una realidad; suponer que las cosas son de una cierta manera.
Esto, nos proporciona un esquema; es decir, un concepto; o, enrejado de conceptos. Con él, como a través de una cuadrícula, miramos luego, la efectiva realidad; y entonces, y solo entonces… conseguimos, una visión aproximada de ella. En esto, consiste el método científico. Más aún, en esto, consiste, todo uso del intelecto; cuando, al ver llegar, por la vereda del jardín, a nuestro amigo: decimos, «Este… Pedro»; luego, cometemos deliberadamente; irónicamente; un gran error. Porque “Pedro”, significa para nosotros, un esquemático repertorio de “modos” de comportarse, física y moralmente – lo que se llama “carácter” – y la pura verdad, es que nuestro amigo “Pedro”; no se parece, a ratos, en casi nada; sino, a la idea, que tenemos de «nuestro amigo Pedro».
Pero, todo concepto: puede ser el más vulgar, como el más técnico; va montado, en la “ironía” de sí mismo; en los dientecillos de una sonrisa lacónica. Como, el geométrico diamante, que va montado, en la dentadura de oro, de su engaste. Por ejemplo: él dice seriamente, «esa cosa, es –A- ; y esa otra es –B- » ; pero es suya; la seriedad de un “pince-sans-rise”. Es la seriedad inestable, de quien se ha tragado, una carcajada; y que si no aprieta bien los labios, la vomita. Él sabe muy bien, que ni esta, es –A- ; así, a rajatablas; ni la otra es –B-; y así, sin reservas; lo que el concepto piensa en rigor, es un poco, otra cosa que lo dice; y en ésta duplicidad, consiste, la “ironía”. Lo que verdaderamente, piensa, es esto: Yo sé que hablando con todo rigor, esta cosa, no es –A-; ni aquella es –B-; pero admitiendo que son –A- y –B- Uno se entiende consigo mismo, para los efectos del comportamiento vital; frente a una y otra cosa.
Esta, teoría del conocimiento, de la razón, hubiera irritado a cierto sabio griego. Porque, el griego… creyó, haber descubierto, en la razón, en el concepto, de la realidad misma. Nosotros, en cambio, creemos que la razón, y el concepto, son un instrumento doméstico del hombre; que éste necesita y usa, para aclarar su propia situación, en medio de la infinita y archi-problemática realidad; que es su propia vida. Y vida, es lucha con las cosas, para sostenerse entre ellas. Los conceptos, son el “plan” estratégico, que nos formamos, para responder a su ataque. Por eso, si se escruta bien, la entraña última de cualquier concepto; se halla, que no nos dice nada, de la cosa misma; sino que resume, lo que un hombre, puede hacer, con esa cosa; o, padecer de ella.
Ésta, “opinión” taxativa, según la cual, el contenido de todo concepto; es siempre vital; es siempre una acción posible; o, el padecimiento posible, de un hombre; no ha sido hasta ahora, que se sepa; sustentada por nadie; pero, es el término, no indefectible, del proceso filosófico; que se inicia con E. Kant; Por esto; si, revisamos a su luz; todo el pasado de la filosofía, hasta Kant; nos parecerá, que en el fondo, todos los filósofos, han dicho lo mismo. Ahora bien, todo descubrimiento filosófico; no es más que un descubrimiento; y un traer, a la superficie, lo que estaba en el fondo.

Nota:
- Lo que ahora pasa en el “mundo histórico”; es exclusivamente, esto: Durante tres siglos, Europa, ha mandado en el mundo, y ahora, Europa, ya no está segura de mandar; ni siquiera de seguir mandando. Pero, reducir a una fórmula simple, ésta infinitud de cosas, que hoy integran la “realidad histórica”; es sin duda, una exageración, que no necesita, por eso, recordar… que pensar. Es, quiérase o no, exagerar. Quien prefiera no exagerar, tiene que callar; más aún, tiene que paralizar su intelecto; y, ver la manera de idiotizarse. En efecto, creo, que es aquello, lo que verdaderamente, está pasando en el mundo; y, que todo lo demás, es consecuencia; condición; síntoma; o, anécdota; de todo esto.

No se dicho, que Europa, haya dejado de mandar, sino, estrictamente que en estos años en Europa, se siente, graves dudas; sobre si, manda o no; sobre si, mañana mandará o no. A esto corresponde, en los demás pueblos de la Tierra; un estado de “espíritu congruente”: dudar, de si ahora son mandados por alguien; tampoco, estarán seguros de ello. Se ha hablado mucho, en estos años, de la decadencia de Europa. Pero, es de esperar, que no se siga cometiendo la ingenuidad de pensar… en O. Spengler (1880-1936); en su libro: “Decadencia de Occidente”; simplemente, porque se hable de la decadencia de Europa; o, de Occidente. Antes de que su libro apareciera, todo el mundo hablaba de ello, y el éxito de su libro, se debió, como es notorio, a que tal sospecha: o, preocupación, preexistía, en todas las cabezas con los sentidos buenos; y por las razones más heterogéneas.

Nota:
- “Hoy, vemos con cierta nostalgia, la falta de autoridad y de conocimiento que observamos antaño (en nuestros padres, cuando niños); en lo que quizás, se volviese una costumbre, que a falta de ello, dejó que los lobos; abusivamente, se adueñaran de algunos sectores del planeta. Y sobretodo, cuán duro es y será, sacarlos de tal situación. Es que, de plano, hasta ya han indicado, a sus sucesores. Horror de horrores; cuando, otros… los imitan y la práctica cunde; las “camarillas” se acomodan; y, la gente se acostumbra, al “palo”, que de ellos reciben. Luego… como diría un amigo: «Apague y vámonos».
-
- Más hoy, cuando el colapso final (en todo…) se está acercando a pasos agigantados. Por esto y por todo… de lo que se trata, es de recapacitar, y de los “errores”, advertir… las soluciones, acatarlas y practicarlas; no solamente en el viejo continente; sino, en el nuevo. O, en todos los rincones del planeta; cuyos habitantes… estén de acuerdo, con aunar pensamientos y voluntades”. –
-
- “Se ha hablado tanto… de la decadencia europea, que muchos han llegado a darla por hecho. No, que crean en serio y con evidencia en él; sino, que se han habituado, a darlo por cierto; aunque, no recuerdan sinceramente, haberse convencido resueltamente, de ello; en ninguna fecha determinada. El libro, de Waldo Frank, “Redescubrimiento de América”; se apoya íntegramente, en el supuesto de que Europa (ya) agoniza. No obstante… Frank, ni analiza, ni discute, ni se cuestiona por tan enorme hecho, que le va a servir de formidable premisa, Sin más averiguación; parte de él, como algo inconcluso. Y esta ingenuidad, en el punto de partida, basta para pensar que Frank; no está convencido de la decadencia de Europa; lejos de eso, ni siquiera, se ha planteado tal cuestionamiento. Lo toma como en un tranvía; donde los lugares comunes, son los tranvías del transporte intelectual. Y donde, los puestos del pensamiento, están para escogerlos. Tal, como lo hace mucha gente. Sobretodo, pueblos enteros”. –

Se ha intentado aquí, filiar un nuevo tipo de hombre, que (dolorosamente) hoy predomina en el mundo (tanto… que ya es mayoría): le podríamos llamar: “hombre-masa”; siendo su principal característica, la de que, sintiéndose “vulgar” (a fuerza de la costumbre) proclama su derecho a la vulgaridad; y, se niega a reconocer (por desconocimiento); instancias superiores a él. Y así, es como resulta natural (y desde luego absurdo); que si este modo de ser predomina dentro de cada pueblo; el fenómeno, se produzca también, cuando miramos el conjunto de las naciones.
También, encontramos dentro de ellas, a los “hombres masa”, (naturalmente) resueltos a rebelarse contra los grandes pueblos creadores (cultos); minorías de estirpes humanas, que han organizado (a su acomodo) la historia. Es verdaderamente risible (o paradójicamente triste); contemplar, como esta o, la otra república (generalmente pequeña); desde la lontananza, se pone sobre la punta de sus pies (y otea); e increpa a Europa (sus derechos) y además declara sus enhiestos cesantes (a fuerza de permanecer en la oscuridad) en la historia universal.

Nota:
- Que ironía, Dios, creó a todos los hombres iguales; y por el cumplimiento de esto, envió a Jesucristo (su hijo); además a confirmarlo. Pero no, los poderosos, que se hicieron así; a costa, de subyugar a los demás, sin darles tiempo, solo para producir para ellos (esclavizándolos); hoy arrogantemente, se suponen más que los demás. Si no, repasemos la historia y lo confirmamos. Cultos, los unos; a fuerza de estudiar, pues no teniendo otra cosa que hacer, gastaban su tiempo escarbando y devorando (libros) adquiriendo una cultura que los mareó. -
-
- Circunstancia, que con estulticia, precisamente, hoy tiene al planeta patas arriba; y a punto de colapsar, tanto económica, física como moralmente; y, que hoy a fuerza de costumbre – se hizo “Ley” – colocando a la humanidad al borde de la guerra total. La no observancia, de las “Tablas de la Ley de Moisés” (inspiradas por Dios, en la cima del monte Sinaí); es la principal culpable, de tal circunstancia.
-
- Ante, el gran colapso financiero. Hoy, por ejemplo, vemos al mandatario, de la mayor “civilización” del planeta; casi que suplicando; pidiendo al “Parlamento” más “ecuanimidad” para con los “hombres-masa” de su pueblo; con mejores “Leyes”, que lo favorezcan. Pero, el mundo de los poderosos arrogantemente, todavía… les niega tal derecho. ¿Que se creerán… estos… hijos del mal; venidos de otro planeta? ; Ilusos, es lo que son… esos… hijos del averno; pero ya lo pagarán; y será más temprano que tarde. Ya… que las mayorías, aprenderán a votar; y así… dejarán de botar… a la basura, su sufragio; y, con él sus reclamados derechos (pedidos hasta la saciedad.)
-
- De ahí, que además, los grandes sabios y pensadores griegos; desde la antigüedad, ya los reclamaron (los derechos) inútilmente; pidiendo además y con razón: un… “gobierno de sabios”; grandes “hombres-humanistas”; y desinteresados, de todos los tiempos; que, solo quieren servir al débil; sin llenar sus bolcillos; y, que por su grandeza; se apenan de traicionar: a sus ancestros; a sus ideales; y además se cuidan de no dejar esa… estela de traición; y, desconfianza, a sus herederos. Saben, que les dejan, por lo menos, un “nombre” limpio; del cual no tengan que avergonzarse jamás. –

Y (siguiendo con la muy interesante… lectura comparativa); entonces… corre el run-run… de que ya no rigen los “edictos europeos”; y que, en vista de ello, las gentes – hombres y pueblos – aprovechan la ocasión, para vivir sin imperativos. Porque existían, solo los europeos (principalmente… Francia, Inglaterra y Alemania.) No se trata, de que otras veces, haya acontecido. Que una germinación de normas nuevas desplace las antiguas; y un fervor novísimo, absorba en su fuego, los viejos entusiasmos de menguante temperatura. Eso, sería lo corriente. - Es más, lo viejo, resulta… eso… viejo; no por su propia senectud; sino, porque, ya está ahí… un principio nuevo, que solo por ser nuevo, aventaja, de pronto, al preexistente. - Es que, si no tuviésemos hijos, no seríamos viejos; o, tardaríamos mucho más en serlo. Lo propio pasa con los pueblos.
La función de mandar y obedecer, es decisiva, en todas las sociedades; e influye, hasta en lo más íntimo, en cada individuo; salvo geniales excepciones, ésta quedará perturbada y falsificada. Si el hombre, fuese un ser solitario, quien accidentalmente se halle “trabado”, en convivencia con otros; acaso permaneciese intacto, de tales repercusiones, originadas en los desplazamientos y crisis, del imperar, del poder. Pero, como él, es social, en su más elemental textura, queda trastornado en su índole privada por mutaciones, que en rigor, solo afectan inmediatamente a la colectividad. De aquí, que si un individuo, se toma aparte, y se le analiza, cabe colegir sin más datos, como anda en su país la conciencia de mando y obediencia.

Nota:
- Como sucedió, cuando Dios, hubo dispuesto, la primera dinastía: Adán y Eva. Quienes debieron “sojuzgar” en la tierra… o sea, “mandar” en ella (Génesis 1:28); dicha función, se entendía, que debía ser ejercida, mediante algún “sistema”; que le permitiese funcionar con certeza en tal sentido. (Lo vemos hasta en los animales… siempre hay una figura dominante entre ellos.) Luego… más tarde… Dios, designa a uno de los descendientes, de los hijos de Adán. (Seres, entonces, de un promedio de vida de mil años.) Lamec (nieto de Adán); fue el padre de Noé: Quién hallo “gracia” (o, don natural) a los ojos de Dios, y fue escogido para prolongar la humanidad, salvándola (junto con su esposa y sus hijos; y, las esposas de estos) del “Diluvio Universal”. Propuesto, por la divinidad, al arrepentirse, de haber creado a la humanidad, debido a la vida pecaminosa que adquirió; y, sobre todo por su subordinación a Él; al poner otros dioses, por encima de Él; principal, ofensa al creador. (Algo parecido a lo que sucede hoy.) ; (Ver en: Génesis 6:1-8.) Luego… Dios, pactó con Noé, la no repetición de los hechos; y (simbólicamente: el “Arco Iris”) puso su señal en el cielo, para que fuese recordada, por toda la descendencia humana, hasta nuestros días y los que vinieren. Luego… los descendientes de Noé, fueron repartidos (como mandatarios de región); por toda la faz de la Tierra. –

La vida humana, por naturaleza propia, tiene que estar sujeta a algo: a una empresa gloriosa o, humilde; a un destino ilustre o, trivial. Se trata, de una condición extraña, pero inexorable; e inscrita en nuestra existencia. Por un lado vivir, es algo, que cada cual hace, por sí y para sí.
Por otro lado, si esta vida (mía) que solo a mi importa, no es entregada por (mi) a algo; caminará desvencijada; sin tensión y sin “forma”. Estos años, asistimos, al gigantesco espectáculo, de presenciar innumerables vidas humanas que marchan perdidas, en el laberinto de sí mismas; por no tener a que entregarse. Entonces… todos los imperativos; todas las órdenes; han quedado en suspenso. Parece, que la situación debía ser ideal; pues, cada vida queda en absoluta franquía, para hacer lo que le venga en gana; para dedicarse así misma. Lo mismo, cada pueblo (Europa) ha aflojado su presión sobre el mundo. Pero, el resultado ha sido, lo contrario.
Librada a sí misma, cada vida, se queda sin sí misma; vacía, sin tener que hacer. Y como ha de llenarse con algo, se “inventa” o, finge frívolamente; así, propia, se dedica a falsas ocupaciones, que nada íntimo, sincero, impone. Hoy, es una cosa; mañana es otra; opuesta, a la primera. Está perdida al encontrarse sola, consigo misma. El egoísmo, es laberíntico. Se comprende. Vivir, es ir disparando hacia algo; es caminar hacia una meta. La meta, no es mi caminar; no es mi vida; es algo, a que pongo ésta; y que por lo mismo, está fuera de ella, más allá. Si me resuelvo a andar solo dentro de mi vida, en forma egoísta, no avanzo; no voy a ninguna parte. Doy vuelas y revueltas, en un mismo lugar. Esto es el laberinto; un camino que no lleva a nada; que se pierde en sí misma; de puro no ser, más que caminar dentro sí.

Nota:
- Terrible destino, que a lo mejor, le esté destinado a una Nación, que por alguna razón sea (aparentemente) “auto-suficiente”; pero que no obstante, necesita del contacto con las demás. Por lo menos, con las que le rodean y visiten.
-
- Por ejemplo: en los comienzos del Japón, cuando el Emperador (inocentemente) le declaró la guerra a Inglaterra; y enfrentó, a una marina acorazada; sus “juncos de guerra”; igual el caso, de La China, contra el Japón. Y Apropósito, después de estos hechos, el Emperador mandó a su juventud… a estudiar a los E.U. –

Después de la guerra, el “europeo”, se encerró en su interior, y se quedó sin empresas, para sí y para los demás. Permaneciendo así por un largo tiempo. Por lo tanto, no es conveniente, embarcarse en la opinión trivial, que cree ver en la actuación de los grandes pueblos – como de los hombres – una inspiración puramente egoísta. No es tan fácil, como se cree; ser “puro- egoísta”; y nadie… siéndolo, ha triunfado jamás. El egoísmo, aparente, de los grandes pueblos y de los grandes hombres… es la fuerza inevitable, con la que tiene que comportarse, quien tiene su vida puesta en una empresa.
La ciencia, el arte, la técnica y todo lo demás; viven de la atmósfera tónica, que crea la conciencia de “mando”. Si ésta faltare, el ser, se irá envileciendo. Ya no tendría mentas, esa fe radical, en sí misma, que lanzan, enérgicas, audaces, tenaces, a la captura de las grandes ideas nuevas, en todo orden. Se hará definitivamente, cotidiano, incapaz del esfuerzo creador y lujoso; recaerá siempre, en el ayer, en el hábito, en la ruina. Se hará “chabacano”, formalista, huero, y decadente.
El “Estado-ciudad”, por la relativa parvedad de sus ingredientes; permite ver claramente, lo específico del principio estatal. Por una parte, la palabra “Estado”, indica que las fuerzas históricas, consiguen una combinación de equilibrio de asiento. En este sentido, significa lo contrario del movimiento histórico: el “Estado”, es convivencia estabilizada; constituida; estática. Pero, este carácter, de inmovilidad de forma quieta y definida; oculta, como todo equilibrio, el mismo que produjo y sostiene el “Estado”. Hace olvidar en suma, que el “Estado” constituido, es solo el resultado, de un movimiento anterior de lucha, de esfuerzo, que a él tendían. Al “Estado”, constituido, precede el “Estado” constituyente; y éste… es un principio del movimiento.
La salud, de las democracias, cualesquiera que sea su tipo, y su grado; depende, de un “mísero” detalle técnico: el procedimiento “electoral”. Todo lo demás, es secundario: Si el régimen de comicios, es acertado; si se ajusta a la realidad, todo va bien; si no, aunque el resto marche óptimamente; todo irá mal.
Por ejemplo: Roma al comenzar el Siglo I a.C., era omnipotente, rica, no tenía enemigos delante. Sin embargo, estaba a punto de fenecer; porque, se obstinaba en conservar un régimen electoral “estúpido”, cuando era falso. Había que “votar” en la ciudad; y los ciudadanos del campo, no podían asistir a los comicios. Pero mucho menos, los que vivían repartidos por todo el “mundo” romano. Como las elecciones eran imposibles; hubo que falsificarlas; y, los candidatos (titiriteros) organizaban partidas de porra - con veteranos del ejército; o, con atletas de Circo – que se encargaban de romper la “urnas”.
Y sin el apoyo del auténtico “sufragio”, las instituciones, estaban en el aire. Y en el aire, estaban las palabras. «La República, no era más que una palabra». La expresión era del Cesar. Ninguna magistratura, gozaba de autoridad. Los generales de la izquierda y de la derecha – Mario y Sila – se insolentaban en vacuas dictaduras, que no llevaban a nada. Constituían el “poder”, los “republicanos”; es decir, los “conservadores”; los fieles al “Estado-ciudad”; su política, puede resumirse en dos cláusulas: 1. Los trastornos de la vida pública romana que provenían de su excesiva expansión, La ciudad no podía gobernar a tantas naciones. Toda nueva conquista, era un delito de “lesa” república. 2. Para evitar la disolución de las instituciones, era preciso, un: “Príncipe Gobernante”.

Nota:
- Repito: Una vez más, la realidad que llamamos “Estado”; no es la espontanea convivencia de los hombres, que la consanguinidad ha unido. El “Estado”, empieza, cuando, se manda a convivir, a grupos nativamente separados. Está obligación, no es desnuda vivencia; sino, que supone un proyecto iniciativo; una tarea común de planificación; que se propone a los grupos dispersos. Antes que nada, es el “Estado”; o, receptor de proyectos, por los cuales se definen y evalúan acciones; y, programas de colaboración. Se convoca a las gentes (líderes); para que juntas hagan algo.
-
- El nuevo, verdadero “Estado”; no es consanguinidad, ni unidad lingüística, ni unidad territorial, ni contigüidad de habitación. Es un puro dinamismo, voluntad de hacer algo en común y merced a ello, la “idea estatal”, no está limitada, por un término físico. (Hoy, facilitado… en el nivel mundial; por la acción de la “Cibernética Inteligente” y la “Red Internet”.)
-
- Curiosamente, esto pasa… cuando hoy, grupos de trabajadores claman en todo el “Planeta” por mejores salarios, en múltiples manifestaciones, millonarias en trabajadores. Que como niños, piden lo que en justicia… les corresponde. Pero, ante tan relativa pasividad, las “oligarquías”; ciegamente, les responden, irónicamente; enfrentándoles, su fuerza policial: reclamándoles un “orden”, que solo puede otorgar la ecuanimidad, en la retribución salarial, que por tanto tiempo se les ha negado. Pues, las masas, al fin aprendieron a exigir; y saber, que tienen derecho, a tener derechos. -

Nota:
- Entonces, la necesidad de ser oídos (no engañados) los diferentes grupos de trabajadores, que justamente demandan mejores oportunidades salariales; hoy cuando convergen múltiples tecnologías, “certificadas”, por diferentes centros educativos (donde, salen anualmente, miles de técnicos y tecnólogos, ya prácticos.) Parecen, de una paciencia increíble, de parte de los trabajadores, cuando sus reclamos, no son oídos; o, si lo hacen, es a medias (pero, paradójicamente, las utilidades del capitalismo, que son gigantescas; y siendo una obligación social, el repartirlas; así como el establecimiento de subsidios de trabajo, decentes.)
-
- Esto, mientras el trabajador permanezca dormido; y, no acate, los súper-lujos que tienen los poderosos; como si poseyesen más de una delicada posadera, para tantos y tan costosos vehículos, en su haber; consistente en automóviles, aviones y barcos. Uno, de esos… tiene un automóvil, tan largo, que tiene que pedir permiso, para sacarlo a la calle. Y esto, no hablando de la ropa que se ponen, lo que se comen; y, las edificaciones que poseen: para trabajar, dormir y recrearse; cuando no viajan, pagando habitaciones hoteleras de miles de dólares por noche; sin derecho, a nada más que dormir; o, si piden más; pues… pagan más. Para eso, tiene miles de esclavos financieros; a quienes les pagan, salarios de hambre, en la mayoría de los casos.
-
- Luego, no se trata de subir impuestos a los productos; se trata, de llegar por “Ley” a la “repartición” justa y equilibrada, de las “utilidades” del “Capital”. Cuyas fórmulas matemáticas, no cuadran (ni lo harán nunca, bajo las actuales varianzas económicas); pero, con una “economía justa”, y necesaria; que hará pasar de un extremo a otro; al mundo (de la actual “ciencia económica” y sus grandes – vendidos - y equivocados expertos-estudiosos economistas y analistas); con el fin de lograr, que por lo menos bajen, los índices de las gentes, con necesidades básicas insatisfechas (NBI.)
-
- Entonces, ya que siendo tanta, la ceguera, de los poderosos; dormidos sobre sus haberes; a la sazón: ¡Que sean despertados! en todo el planeta; por pitos y clarines de grandes y pacíficas “manifestaciones de la equidad”. Insistimos… no se trata de pedir limosna… se trata de reivindicar por “Ley”, unos “derechos”; que solo en contados países (petroleros, entre ellos Omán); han sido resueltos favorablemente.
-
- Antes, de que facinerosos descastados, desastrados, astutos y ambiciosos, sin límite; aprovechen la situación; y, se asignen el poder, para desestabilizar continentes enteros; con su falsa política de engaño; que solo, sus bolcillos llena; lo mismo, que los de su camarilla de turno; y, los de sus esbirros, con cuentas a reventar en los Bancos Suizos. Esto, sin importarles nada; pues ni siquiera por estirpe; tienen, a quien dar cuenta (y así… menos a Dios.) Y todo… con la complacencia soterrada, de oligarquías corruptas; curas, milicos, banqueros y economistas vendidos. O, definitivamente, hijos de la obscuridad; y, escatológicos adoradores de Belial; que pronto, solo la parusía… les derrotará en lo ético; y nuestra juventud, en lo físico. -

En una agudísima empresa política: Saavedra Fajardo, en su penetrante obra: “O, sube; o, baja”; recuerda al “Estado”; que éste, es sobre todo, un movimiento; que en todo instante… algo que vive dentro de él; como un movimiento, que tiene un “términus a quo” y, un “términus ad quen”; que se le mire por donde sea, se hallará, siempre, una unidad de convivencia, que parece fundada en tal o, cual atributo material: Sangre, idioma, fronteras naturales, lo que sea, que (“humanamente”) lo establezca o, lo haga establecer (por “Ley”). Entonces y solo entonces, advertiremos, que eso, precisamente eso (como interpretación estática) es el “Estado”. Pero, pronto también advertimos, que esa agrupación humana, está haciendo algo comunal: conquistando pueblos; es decir, que en toda hora, se está superando, lo que parecía: el principio material de su unidad. «Equidad física, económica y social».
Sólo, dentro de ésta duplicidad, de momento, en el “Estado”; la unidad que es; y, debe ser; permite comprender la esencia del “Estado Nacional”. Pero, primero, debemos comprender el significado de “Nación”; y que si damos a esto un vocablo; su acepción se modernizará en forma automática. Así, que el “Estado-ciudad”; que antes fue, una idea muy clara que se veía, a los ojos de la cara, de las gentes; en todo tipo de unidad pública, que germinaba en Galos y Germanos; sin embargo, la inspiración política de Occidentes, fue cosa vaga y huidiza.

Nota:
- Los filólogos, se llamaban así, por que pretendían denominarse “historiadores” – practicaban la más deliciosa, ambición, cuando partían de lo que ahora se pretende fugaz; pero, que en el transcurso de dos o, tres siglos, serían las “Naciones de Occidente”; que el mismo “Cid Campeador”; mirara con orgullo; que después, en el futuro se visualizarán (a continuación de años de faena); que simple y naturalmente, fueron cosas que hubo que forjar. -
-
- Ahora, impuesto como manifestación de un principio natural (ni de sangre, ni de idioma) variable, condenado a una perpetua superación. Es el efecto, y no la causa, de la unificación estatal, que actualmente se considera como la frontera natural. «El principio, de la equidad: en lo físico, económico y social»; aplicado dentro de un “Estado Nacional Mundial”. Dentro de una nueva “Era”: «La “Era” de la mente». O sea, el verdadero fin de una “Era”; para entrar en otra. (Recordemos, que cada “Era”; puede llegar a tener: Diez mil años; y que un “Tiempo”: Mil años.)
-
- Además, recordemos la promesa de Cristo: a sus Apóstoles: «De volver, después un tiempo; más un tiempo; más la mitad de un tiempo»; o, sea, en los próximos 2.500 años; y que, casualmente, la llegada del “Mesías” judío, se espera para el año: seis mil; que corresponde, al año 2239; en otras palabras; la Parusía será… en el próximo año de 2239. Curiosamente, hoy la “NASA”; ha pronosticado, que un “Asteroide” de 10 Klmtrs., chocará con la Tierra; precisamente, en esa fecha. Además recordemos la profecía, del sabio, astrónomo, físico y matemático: I. Newton; quien dijo, que los hechos finales, ocurrirán en Diciembre del año 2240 «Época, de la regeneración; y, de la “Nueva Civilización”» ; Esto, con todas las consecuencias; o sea, con la imposición de la razón, sobre la fuerza de las armas; sobre lo absurdo de las pasiones y del orgullo mal enfocado; sobre la angustia del no tener; a la tranquilidad, del sostén, aportado por todos; dentro de la luz y la oscuridad, aunada infaliblemente, a la historia; con el único fin, de enmendar nuestros errores: (Apo. 21:1-27.)
-
- Como, la hermandad, apoyada en el “amor”; y en las doctrinas enseñadas por Jesucristo; el hijo del Padre; y, por causa y efecto… viajero, en el “Espacio-tiempo” (junto con los Ángeles); quien dijo, que: «Solo basta, con creer en mí, para ir al Padre»; y quien (la verdad, Dios; eterno presente) no puede venir, por la divinidad de su invisibilidad; y, la grandiosidad de su naturaleza, “escencia y substancia” prístinas; principal cohesionadora y animadora de la “bastedad” Universal; y quien (Dios, trascendiendo al futuro) lo inició… (Génesis 1:1-31.) Junto, con las principales fuerzas, que reinan en el Cosmos; desde el primer… nano-instante, de la creación. Durante, los seis días; de esos… sus días… (Ver 2⁰ de Pedro 3:8.)

Pero, los pueblos “nuevos”, traen una interpretación del “Estado”, menos material. Si es un proyecto de empresa común; su realidad, es puramente dinámica; es un deber, de la comunidad, tal actuación. Según esto, forma parte activa, el “Estado”, es sujeto político, todo el que preste adhesión a la empresa – raza, sangre, adscripción geográfica, clase social - ; queda en segundo término. No es la comunidad anterior; pretérita; tradicionalmente inmemorial – en suma fatal e irreformable – la que proporciona título para la convivencia política; sino, la comunidad futura, en hacerlo efectivo.
No lo que fuimos ayer, sino lo que vamos a hacer mañana juntos; lo que nos reúne en el “Estado”. De aquí la facilidad con que la unidad política brinda en Occidente; sobre todos los límites que aprisionaron al “Estado” antiguo, Y es que, el “Europeo” relativamente el “homo antiguos”; se comporta como hombre abierto al futuro; que vive conscientemente instalado en él; y desde él; decide, su conducta presente.
Quiérase o, no; la vida humana, es constante ocupación con algo futuro. Desde el instante actual, nos ocupamos del que sobreviene. Por eso, “vivir”, es siempre, sin pausa ni descanso: Un invariable hacer. ¿Por qué, no se ha preparado, en que hacer; todo… hacer: significa realizar un futuro? Inclusive, cuando nos entregamos a recordar; hacemos memoria, en ese segundo; para lograr algo, en el inmediato, aunque, no sea más que, el placer de revivir el pasado. En este modesto, placer solitario, se nos presentó, hace un momento, como un futuro deseable; por eso lo hacemos. Conste, pues, que nada tiene sentido, para el hombre; sino es, en función del porvenir. (Lo que denota, en el ser humano, una constitución - futurista – o sea, que vive, ante todo, en el futuro, y del futuro; contrapuesto, al hombre antiguo.) Vive pues, en un constate esperar.
Por tanto, el “Estado Nacional”, representaría un principio estatal, más próximo, a la pura idea, de “Estado”, que la antigua “polis”; o, que la “tribu”, de los árabes, circunscrita por la sangre. De hecho, la idea nacional, conserva, no poco lastre, de adscripción al pasado; al territorio; a la raza; más por lo mismo, es que sorprende notar, cómo en ella, triunfa siempre el puro principio de unificación humana, en torno a un incitante programa de vida. Es más: se diría, que este lastre del pretérito, y esa, relativa, limitación, dentro de principios materiales, no han sido, ni son por completo, espontáneos, en las almas de Occidente; sino, que proceden, de la interpretación erudita, dada por el romanticismo, a la idea de “Nación”.
De haber existido, en la ”Edad Media”, ese concepto, de nacionalidad; Inglaterra; Francia; España; y Alemania… habrían quedado no-natas. Porque, esa interpretación, confunde lo que impulsa y constituye verdaderamente a una “Nación”; con lo que generalmente, la consolida y conserva. No es el patriotismo – dígase de una vez – quien ha hecho a las naciones. Creer, lo contrario, es la bobada; a que ya se ha hecho alusión; y que el propio Renan, admite en su famosa definición: - Si para que exista una Nación… es preciso, que un grupo de hombres, cuente con su pasado común; yo me pregunto: ¿cómo llamaremos a ese mismo grupo de hombres? - Mientras vivía en presente, eso, visto desde hoy, es un pasado. Por lo visto era forzoso, que esa existencia común feneciese; pasase, para que pudiesen decir: ¡Somos una Nación!
Con los pueblos del centro y sur de América, tienen con España, un pasado común; raza común; lengua común; y sin embargo, no forma con ellos (hoy) una Nación. ¿Por qué? Falta solo una cosa, que por lo visto es esencial: El futuro común. España, no supo inventar, un programa de porvenir colectivo, que atrajese a esos grupos zoológicamente afines. El plebiscito futuro, fue adverso a España; y, nada valieron entonces los archivos; las memorias; los antepasados; la patria. Cuando hay aquello, todo esto sirve, como fuerza de consolidación, pero nada más.

PROCESO CREADOR DE NACIONES.
En Europa, se ha llevado siempre éste ritmo: 1º Momento: El peculiar instinto occidental que hace sentir el “Estado”, como función de varios pueblos, en una unidad de convivencia política; o, moral. Comienza a actuar, sobre los grupos más próximos: geográfica, étnica, y lingüísticamente. No porque, esta proximidad, funde la “Nación”; sino, porque, la diversidad entre próximos, es más fácil de dominar.
2º Momento: Período de consolidación, en que siente a los otros pueblos más allá del Nuevo Estado; como extraños y más o menos, enemigos. Es el período, en que el proceso nacional, toma un aspecto de exclusivismo, de cerrarse hacia dentro del “Estado”; en suma, lo que hoy llamamos… “Nacionalismo”. Pero, el hecho, es que mientras se siente, políticamente, a los otros, como extraños; y, contrincantes; se convive, económica, intelectual y moralmente, con ellos. Las guerras nacionalistas, sirven para nivelar, las diferencias, de técnica y de espíritu. Los enemigos habituales, se van haciendo históricamente homogéneos. Poco a poco, se va destacando, en el horizonte. La conciencia de que esos pueblos enemigos, pertenecen al mismo círculo humano; que el “Estado” nuestro. No obstante, se les sigue considerando… como extraños y hostiles.
3º Momento: El “Estado” goza de plena consolidación; a la sazón, surge la nueva empresa: Unirse a los pueblos que hasta ayer eran sus enemigos. Entonces, crece la convicción de que son afines con el nuestro; en moral, e intereses; y, que juntos, formados en un círculo nacional, frente a otros grupos más distantes; y aún más extranjeros. Luego, he aquí, ya madura la nueva idea nacional. Un ejemplo: Suele afirmarse, que en el tiempo del “Cid Campeador”; era ya España = Spania; o sea, un “ideal nacional”; y para sustentar la tesis; se añade… que Siglos antes, ya San Isidro, hablaba de: «La Madre España».
En resumen: Ahora, la tesis de este… escrito… sufre en el mundo de hoy; una grave desmoralización; que entre otros síntomas, se manifiesta, por una desaforada rebelión de las “masas”; y tiene su origen, en la desmoralización de Europa. Las causas de esta última, son muchas. Una de las principales, es el desplazamiento del poder, que antes ejercía sobre el resto del mundo; y, sobre sí mismo, nuestro continente. Europa, no está segura de mandar; ni el resto del mundo; de ser mandado. La soberanía histórica, se halla en dispersión.
Ya no hay “plenitud de los tiempos”; por que esto supone un porvenir claro, prefijado, inequívoco; como era el del Siglo XIX. Entonces, se creía saber lo que iba a pasar mañana. Pero, ahora, se abre otra vez el horizonte, hacia nuevas líneas incógnitas; puesto que no se sabe quién va a mandar; cómo se va a articular el poder sobre la Tierra. Quién, es decir qué, pueblo o, grupo de pueblos; por lo tanto, que tipo étnico, qué ideología; qué sistema de preferencias, de formas de resortes vitales.
No, se sabe, hacia qué centro de gravitación van a ponderar, en un próximo porvenir, las cosas humanas; y por ello, la vida del mundo, se entrega a una escalonada provisoria. Todo, lo que hoy se hace en público y en lo privado – hasta en lo íntimo – sin más excepción que algunas partes de algunas ciencias; es provisional. Acertará, quien no se fie de cuanto se pregona; se ostenta; se ensaya; y se encomia, Todo eso, va a irse con la mayor celeridad de la que vino. Todo desde la manía del deporte físico; hasta la violencia en la política; desde el arte nuevo; hasta los baños de sol, en las ridículas playas a la moda del destape. Nada de eso tiene raíces; por que todo ello, es pura invención, en el mal sentido de la palabra; que la hace equivaler al capricho liviano. No es creación desde el fondo sustancial de la vida; no es afán ni menester auténtico.



Te invito cordialmente a acceder a mis “Blogger”:

http://www.librosgalindo.blogspot.com/
http://www.notasgalindo.blogspot.com/
http://www.articulosgalindo.blogspot.com/
http://www.notasmargengalindo.blogspot.com/
http://www.escritosgalindo.blogspot.com/
http://www.novelasgalindo.blogspot.com/
http://www.notasalmargengalindo.blogspot.com/
http://www.ag67764.blogspot.com/

http://www.agalgalindo.blogspot.com/

http://www.novelasalbertogalindo.blogspot.com/

http://www.albertogalindojr.blogspot.com/

Comentarios en:

http://www.algalindo36@gmail.com/






“UTOPÍA II”
Por: Alberto Galindo Jr.
Tomado en paráfrasis, del libro: “La Rebelión de las Masas”; de José Ortega y Gasset. Ed. Altaya 1993.
Mayo de 2010.

Dedicatoria:
- A la memoria de mi padre… Senador: † ALBERTO GALINDO, humanista, y fiel “carguero-mensajero” del pueblo; guía y luz de mi existencia; y, ejemplo de tenacidad y lucha. –

- - En Suma:

- - “Todo… hoy, es vitalmente falso (a la luz de la verdad experimental); Se da, pues, el caso contradictorio, de un estilo de vida, que cultiva la sinceridad y, a la vez, es una falsificación. Sólo, hay verdad, en la existencia, cuando sentimos sus actos, como irrevocablemente necesarios. No hay (hoy) un político, que en verdad, sienta la inevitabilidad de su política; y cuanto más extremo… es su gesto, es más frívolo, y es menos exigido por el destino. No hay más vida, con raíces propias; no hay más vida autónoma, que la que componen las escenas ineludibles. Lo demás, lo que está en nuestras manos tomar; o, dejar; o, sustituir; es precisamente “falsificación” de la vida”. -
La actualidad, es el fruto de un interregno; de un vacío, entre dos organizaciones del mundo histórico ínter-dimensional: Pues, lo que fue… fue; y lo que va a ser… será. Por esto, todo… se trata de algo provisional. Y ni los hombres… saben a ciencia cierta, a que instituciones, de verdad, servir; ni las mujeres, que tipo de hombre prefieren; precisamente por falta de femineidad.
Suponen, que los “europeos”, no saben vivir, si no van lanzados en una gran empresa nativa; y cuando ésta es falsa, se envilecen; se aflojan, se les descoyunta el alma. Un comienzo de esto, se ofrece hoy a nuestros ojos. Los círculos que hasta ahora, se han llamado “Naciones”; llegaron hace un Siglo; o poco menos, a su máxima expansión. Ya no puede hacerse nada con ellos, si no es “trascenderlos”. Ya no son sino “pasado”; que se acumula en torno y bajo del “europeo”: aprisionándolo, lastrándolo.
Con más libertad vital que nunca; sentimos que el aire es irrespirable, dentro de cada pueblo; porque es un aire confinado. Cada Nación… que antes era la gran atmósfera abierta, oreada; se ha vuelto providencial e interior. En la “súper-nación europea” que imaginamos; la pluralidad actual, no puede, ni debe, desaparecer. Mientras, el “Estado” antiguo aniquilaba lo “diferencial” de los pueblos; o, lo dejaba inactivo, fuera; o, a lo sumo, lo conservaba modificado. La idea nacional, más puramente dinámica, exige la permanencia activa, de ese plural, que ha sido siempre la vida de Occidente.
Entonces, todo el mundo, percibe, la urgencia de un nuevo “principio de vida”. Mas – como siempre acontece, en las crisis parejas – algunos ensayan “salvar” el momento; por una intensificación extremada y artificial; precisamente del principio “caduco”. Este es, el sentido de la erupción “nacionalista”, en los años que corren. Y siempre – repito – ha pasado así. La última llama; la más larga; el postrer suspiro; el más profundo; la víspera de desaparecer las fronteras se hiperestesian – las fronteras militares y la económicas. –
Pero, todos… estos “nacionalismos”, son callejones sin salida. Inténtese proyectarlos hacia el mañana; y, se sentirá el tope; pues por ahí, no se sale a ninguna parte. El “nacionalismo”, es siempre, un impulso de dirección opuesta, al puro principio de “nacionalizar”. El primero es exclusivista, mientras, el segundo es incluyente; en épocas de consolidación. Tiene, sin embargo, un valor positivo; y, es una alta “norma”. Pero, en Europa, todo está consolidado de sobra; y, el nacionalismo, no es más que una manía; el pretexto, que se ofrece, para eludir el deber de invención, de grandes empresas.

Nota:
- “La simplicidad de medios, con que opera; y, la categoría de los hombres que exalta, el revelar sobradamente, que es lo contrario, de una creación histórica. - Esto, por lo menos, en cuanto a las tendencias políticas del partido “conservador”; pues, las del partido “liberal”; siempre han sido favorables, a una completa “europeización continental”. (Por lo menos, en cuanto a Inglaterra, se refiere.) – Recordemos, que los principales países son: Inglaterra; Francia y Alemania. - Luego siguen: España; Italia; Los Países Bajos; Portugal; Polonia; Suiza; Austria; Hungría; Yugoslavia; Rumania; Noruega: Suecia; Irlanda; Grecia; Ucrania y Turquía, entre otros. Pues, paradójicamente, hoy vemos a los E.U., ayudando (por fuera, de la misma U.E.) – económicamente - a Grecia, para salvarla del “colapso” financiero total; que además, no se sabe, a donde va a parar, la caída de las “bolsas” del planeta. Con las consecuencias fatales que esto ocasiona… el desempleo y las revueltas callejeras; lo cual además, pone en peligro a las democracias. Esto, dentro de una “contagiosa” situación económica mundial: del “sálvese quien pueda”; y cuando, las coaliciones partidistas, se esfuerzan y se ponen de moda”. -

Sólo, la decisión de construir una gran “Nación”, con el grupo de los pueblos continentales, volvería a encontrar la pulsación de “Europa”. Tornaría ésta, a creer en sí misma; y automáticamente, a exigirse mucho y a disciplinarse. Pero, la situación, es mucho más peligrosa, de lo que se suele ser. Van pasando, los años y se corre el riesgo, de que el europeo, se habitúe a este tono a no mandar ni mandarse. En tal caso, se irán volatilizando todas sus virtudes y capacidades superiores. Pero, a la – completa – unidad de “Europa”… se han opuesto, casi siempre (en el proceso de nacionalización); las “clases” conservadoras dominantes. Esto, parece traer para ellas; la catástrofe; pues, al peligro genérico de que “Europa”, se desmoralice definitivamente; y, pierda su energía histórica (y su liderazgo mundial); agréguese, otro, muy concreto, e inminente: “La sombra comunista”.
- Los – baurgeois – de Occidente, saben de sobra; que aún, sin “Comunismo” (la sola palabra, aterra, en el mundo); el hombre que vive, en forma exclusiva, de su “renta”; y sobretodo que las puede transmitir a sus herederos; dentro de tal sistema; ésta (la renta) tendría los días contados. Pero, a pesar de todo, no es esto, lo que “inmuniza” a “Europa”; contra en “Comunismo”… todavía, lo es más el “bolchevismo”… que apoyara primero a V. I. Lenin; y luego de su muerte, a J. Stalin; y sus purgas; a nombre del obrerismo ruso. Solo basta pues, para convencerse, de una vez por todas, de que el movimiento “socialista de Lenin y el bolchevismo”; son fenómenos históricos que a pesar de suministrar una dimensión general… en el planeta (o sea, el derecho común, a ser “pobres”; y a ver en su disciplina para perros; alguna esperanza; siendo aún, tanta… su esclavitud-eslava de siglos): en Rusia; China; y, demás países de la orbita soviético-socialista-comunista-militarista: que aterran y sofocan a las mentes democráticas y altamente humanistas; como también pasa hoy, con la sola presencia bélica… que está atormentando… por su influencia y supuesta dimensión: en Cuba; Venezuela; Ecuador; Bolivia; Nicaragua y otros; cuyos gobernantes al parecer se van a eternizar en el poder. Que lo han confundido todo… haciendo un caldo de bollos; en la política imperante… así: liberalismo con comunismo; conservadurismo con monarquismo; socialismo con comunismo; humanismo y ateísmo con la mazonería. Pero, los verdaderos oligarcas-opresores (curas, militares y banqueros); aparecen entre bambalinas y siguen escurridizamente gobernando, en esas secciones del planeta.

EL DESVOQUE…
- Esta es la verdadera cuestión: Europa, se ha quedado sin “moral” (política.) No es que el “hombre-masa”; menosprecie una moral anticuada; en beneficio de otra… emergente; sino, que el centro de su régimen vital; consiste principalmente, en la aspiración a vivir… sin superarse, a “moral” alguna. La nueva moral… que niega rotundamente que exista hoy… en ningún rincón del mundo… un nuevo “ethos”; que tenga visos de poseer una “moral”, pasable. Pues, hoy, cuando se habla… de “nuevo”… se comete una nueva “inmoralidad”… al buscar un medio más cómodo, para mentir. Por lo cual, será una “inmoralidad” por demás, una verdadera ingenuidad: echar en cara, al hombre de hoy, su falta de “moral”. Pues, la imputación, le traería sin cuidado; o, más bien de pronto, hasta le halagaría. El “inmoralismo” (principalmente después de la 2ª Guerra Mundial); ha llegado a ser una baratura externa y cualquiera… alardea de ejercitarlo; de ello dan cuenta los neo-filósofos… y poetas como: F. Nietzsche; J. L. Borges (1899-1986); y tantos otros… hasta músicos (anti-poetas y anti-músicos); que creen tener todos los derechos; y, ninguna obligación.

Hoy, es indiferente, que se enmarque a alguien: como reaccionario; revolucionario; activista; o, aún pacifista. Pues, al fin y al cabo, después una poco de vueltas; y, revueltas, su estado de ánimo, consistirá decididamente, en ignorar toda obligación (toda estirpe); para sentirse, sin que él mismo, siguiera, lo sospeche; como un sujeto “limitado” por el hecho de poseer derechos. Cualquier sustancia que caiga dentro de un alma así; dará, un mismo resultado; y se convertirá en pretexto, para no supeditarse a nada concreto. Si se presenta como reaccionario; o, como anti-liberal; será para poder afirmar, que la salvación de la Patria; del Estado; de la Nación; le da derecho a allanar todas… la otras normas; y, a machacar al prójimo; sobre todo… si ese prójimo, posee una personalidad valiosa.
Pero él mismo, acontece, si le da por ser “revolucionario”: entonces, su aparente entusiasmo, por el obrero manual; el pobre y miserable; le sirve de disfraz, para poder… desentenderse de toda obligación – como la cortesía; la veracidad; sobre todo el respeto; y la estimación. Así… aunque duela… muchos que han ingresado a partidos obreristas; solo lo han hecho, para conquistar (por lo menos dentro de sí mismos) el derecho a despreciar la inteligencia (y la cultura) y así… ahorrarse las zalamerías ante lo visto… cuando se halaga al “hombre-masa”; solo para conseguir votos. Luego vemos a Dictadores “pateando”… a la cultura; y, a todo… lo que les pareciere eminente.
Esta esquividad, para toda obligación, explica en parte, el fenómeno, entre ridículo y escandaloso; de que se ha hecho en nuestros días una plataforma de la “juventud” como tal. Las gentes, cómicamente, se declaran “jóvenes”; porque ha oído, que el joven, tiene más derechos que obligaciones; ya que puede demorar el cumplimiento de éstas… hasta las “calendas griegas” de la madurez. Siempre el joven, como tal (despreocupado), se ha convertido, en un eximido del hacer; del haber; inclusive del tener; son de hecho hazañas, que al parecer no le corresponden (se niega a ser; a experimentar; a pensar); deja todo al político de turno. Siempre ha vivido del crédito a los demás; y piensa erróneamente, que esto le corresponde al viejos como un “derecho efectivo” (siendo, lo peor, que esto pase… de generación en generación.) Se ha vuelto, una especie de “chantaje”; y en la realidad, eso es lo que vivimos… en un físico y puro “chantaje universal”… así, se escuda en el humorismo… en la vulgaridad… que hasta… le hace sentir eximido de toda supeditación.
Por eso, cabe ennoblecer la “crisis” presente, mostrándola, como el conflicto entre dos “morales”; o, ya, dos “civilizaciones”; la una caduca; la otra en el albor. El “hombre-masa”, moderno, carece simple y llanamente de “moral”; que es siempre (aunado con la droga); por esencia, un sentimiento de sumisión a algo; que la conciencia, no halla… por estar fuera del servicio y de la obligación. Pero, acaso, es un error, decir “simplemente”: ¿Porqué, no se trata sólo de que este tipo de “criatura”, y se desentienda de la moral? Pero, no; no le debemos hacer tan fácil la faena; pues de la moral, no es fácil desentenderse; lo que sí, pasa es que: un vocablo falta aquí; y es el de la “amoralidad”; ya que negar, lo “moral”; es apreciar, lo “inmoral”; que en el fondo, es lo “amoral”.
Pero… ¿Cómo, se ha podido creer, en la amoralidad de la vida? Sin duda, porque, toda la cultura y la civilización modernas; llevan a ese convencimiento. Hoy recoge “Europa”, las penosas consecuencias, de su conducta (sobre todo) espiritual… yo diría que hasta de su estulticia; Se ha embalado, sin reserva, por la pendiente, de una cultura única; pero, sin raíces. Así, se analiza al “europeo”; pero, sobre todo, a su comportamiento; de frente, a la civilización misma; la que ha nacido en los últimos tiempos. Esto no, teniendo en cuenta una civilización que luche con la antigua, sino una nueva negación que por encima de todo… oculta un efectivo “parasitismo”.
El “hombre-masa”; está aún viviendo, precisamente, de lo que, en el fondo, niega; y, que es consiente, de que otros construyeron; o, acumularon. Por esto, conviene mezclar su “psico-grama”; con esta gran cuestión: ¿Qué insuficiencia radical, padece la cultura europea moderna? Pues, es evidente que en última instancia, de ella (la insuficiencia) proviene la forma humana hoy dominante. Y es… indudablemente; que se trata, de la falta de humanismo; de igualdad; y de ecuanimidad; que para bien de la humanidad, es esto lo que debe ser corregido a tiempo; o será el acabose… en la locura colectiva.

Epílogo:
- - “Comienza, para Inglaterra, una de las etapas más problemáticas de su historia; y hay muy pocas personas en Europa, que confíen en sus virtudes latentes. Durante los últimos años, han fallado tantas cosas, que por inercia mental, se tiende dudar de todo; hasta de la misma Inglaterra. Se decía que era un pueblo decadente e insolente – que solo con su figura, ostentaba en el primer acto; lo mismo, que en el último. Nos aparecen, como meros inconscientes – que se atrevían confianzudamente, a mojarles la oreja a los demás. No obstante, y aún arrostrando ciertos riesgos; se señalaba, que la misión europea del pueblo inglés; es la que ha tenido por Siglos; y que en forma superlativa, estaba llamado a ejercerla. Lo que no se imaginaban entonces; fue, que tan rápidamente, viniesen los hechos, a confirmar; y a incorporar; una esperanza creadora; y mucho menos, que se complaciesen; con tal precisión; en ajustarse a un papel determinado; que usando un símil humorístico, se atribuía a una Inglaterra, frente al resto del Continente”. -
Pero, con una maniobra de saneamiento histórico, que intenta (Inglaterra); por lo pronto en su interior, es portentosa. En medio de la más atroz tormenta, el navío inglés, cambia todas sus velas; vira dos cuadrantes; se ciñe al viento; y el con guiño de su timonel; modifica el destino del mundo. Todo… ello, sin una sola gesticulación; y, más allá de todas la frases, incluso, de las ya proferidas. Es evidente, que hay muchas maneras de hacer historia, casi tantas como para deshacerla. Desde hace varias centurias, acontece que en forma periódica, los pueblos continentales se despiertan, en una mañana soleada; y rascándose la cabeza… exclaman: ¡Esta Inglaterra! Dentro de una expresión de sorpresa; de azoramiento. Y con la conciencia, de tener delante, algo admirable, pero incomprensible. El pueblo inglés, en efecto, por el hecho más extraño, que hubo en el planeta; se para, de entre las ruinas de la 2ª Guerra Mundial, y sale avante. Igualmente, como pasó con las demás Naciones del Continente Europeo.

EL SIGLO XXI.
Por: ALBERTO GALINDO Jr.
Texto, sacado en paráfrasis, de “El Maravilloso Siglo XXI”. Y los cambios que traerá. De José Cruz Ramírez. Ed. Iberoamérica. 1998.
-
- - “El nuevo paradigma del mundo y los cambios de poder, provocados por las nuevas tecnologías: en la comunicación y el transporte. – La sociedad de Mercado del Siglo XXI como modelo global, de la “era neo-liberal”; y “neo-socialista”; tendrá que demostrar con hechos sus supuestas bondades. – El nuevo poder; la revolución de la información, en la “era del conocimiento y el capital intelectual”. El nuevo paradigma de “La Tierra”, el planeta que se sobrecalienta globalmente (especialmente su mar); dando lugar a fenómenos como “El Niño”. – La vida y sus orígenes, demostrados a la luz de las ciencias biológicas del tercer milenio. – El hombre, criatura viviente y maquinaria increíble, de la evolución de las especies, y la inteligencia comercial. – La energía en el mundo futuro, las fuentes alternativas para el “nuevo mundo”. – La población global, su carrera increíble (de hoy, con casi seis mil quinientos millones de habitantes; con crecimiento exponencial de 1.8%; para llegar a los 10 mil millones de habitantes, en el Siglo XXII); los Países gigantes, de cientos de millones de seres humanos: China; India: E.U.; Rusia; Filipinas; Tailandia; Indonesia; Brasil; Japón; y en menor escala Vietnam; Inglaterra; Alemania; Francia; España; Italia; México”. -
-
- - “La xenofobia global, un cáncer para la paz global, que esta subiendo de color, en forma tristemente cruel. – Una nueva productividad, con calidad y competitividad global; que hace del cero errores, una necesidad de sobrevivencia económica. – El nuevo paradigma de Asia, el súper-continente: del futuro, y nuevo amo y señor del futuro, a pesar del “Efecto Dragón”. –
- La paradoja global; países ricos y países pobres; el cáncer de la mala distribución de la riqueza, entre “El Norte y el Sur”. El poder de la inteligencia del Siglo XXI; y la medicina del futuro; el triunfo del individuo entre las masas; clave para los movimientos democráticos. Nuestra visión del pasado en el tercer milenio; las ciencias históricas encontrarán, las más grandes revelaciones sobre nuestro origen. El nuevo paradigma del universo y las ciudades, en el espacio exterior; la conquista de la Luna y de Marte como próximos eslabones. El nuevo paradigma de la espiritualidad y religiosidad global; nos acerca al nacimiento de una gran fusión de las religiones; y el dominio democrático del “hombre-masa”; y la profunda prosperidad de las “economías abiertas”; y el poder democrático del “sindicalismo” (con amplio reparto de utilidades); y la calidad total; y el avance tecnológico; y la globalización; y el poder de la informática, le abrieron las puertas, al tercer milenio, con la primera década del Siglo XXI; en el mundo”. -

















- Te invito cordialmente a acceder a mis Bloggers:
-
- http://www.librosgalindo.blogspot.com/
- http://www.notasgalindo.blogspot.com/
- http://www.articulosgalindo.blogspot.com/
- http://www.notasmargengalindo.blogspot.com/
- http://www.escritosgalindo.blogspot.com/
- http://www.novelasgalindo.blogspot.com/
- http://www.notasalmargengalindo.blogspot.com/
- http://www.ag67764.blogspot.com/
- http://www.agalgalindo.blogspot.com/
- http://www.novelasalbertogalindo.blogspot.com/
- http://www.albertogalindojr.blogspot.com/
-
- Comentarios en:
-
- http://www.algalindo36@gmail.com/
-
-
-
-
-





EL FIN DE LA HISTORIA Y EL ÚLTIMO HOMBRE.
Texto, tomado en paráfrasis: De Francis Fukuyama. Ed. Planeta. 1992.
Por: ALBERTO GALINDO Jr.
Medellín. Mayo, de 2010

- - “El signo general de la edad moderna: El hombre ha perdido dignidad, en una medida increíble, a sus propios ojos. Durante largo tiempo, fue el centro y el héroe trágico de la existencia; luego, por lo menos, se esforzó en mostrarse estrechamente relacionado con el aspecto decisivo y esencialmente valioso de su existencia… como todos los metafísicos que desean aferrarse a dignidad del hombre, con su fe en que los valores morales, son valores cardinales. Quienes han abandonado a Dos, se aferran con tanta mayor firmeza, a la fe en la moral”. - F. Nietzsche. -

HOMBRES SIN PECHO.
- - “Es imposible contemplar nuestra discusión, sin referirnos a la criatura que se supone que ha de surgir, al fin de la historia, al último hombre. Según Hegel: - El Estado universal y homogéneo, reconcilia plenamente, las contradicciones existentes en la relación de señorío y servidumbre, al hacer de los antiguos esclavos, sus propios señores. - Al señor, ya no lo reconocen sólo seres que son meros humanos y ya no se niega a los esclavos, el reconocimiento de su humanidad. En cambio, cada individuo, libre y consciente de su propio valer, reconoce a cada individuo, esas mismas cualidades. Al abolirse la contradicción, el señor-siervo; se conservó algo, de cada uno de los términos: La libertad del señor y el trabajo del siervo”. -

Karl Marx, personificó un gran polo en su crítica a Hegel: al negar que - el reconocimiento, fuese universal. - Pues, lo impedía la existencia de las diversas clases económicas. - Pero, el otro polo de su crítica, fue el de Nietzsche: pues, - si su pensamiento nunca se encarnó en movimientos de masas: o, partidos políticos, - como el de Marx; las cuestiones que planteó, acerca de la dirección del proceso histórico humano, siguen sin resolverse, y no es probable: - que se resuelvan, después de que el último régimen marxista, haya desaparecido - de la faz de la Tierra. Pues, además, par él (Nietzsche) había poca diferencia entre Hegel y Marx (solo, que el uno creía en Dios, y el otro no.) Pero la meta de ambos, aparentemente, era la misma: O, sea una sociedad: que encarnara su propio reconocimiento universal. O, que por lo menos, éste sea universalizado, con su propia calidad y objetivo.
Sin embargo, el “último hombre”… de Nietzsche, seguía siendo en esencia, un esclavo victorioso. Pues, estaba de acuerdo con Hegel, en que el “cristianismo”, era una ideología (para esclavos) antes, que lo representara, una democracia secularizada de cristianismo. La libertad, de los hombres ante la “Ley”, pertenecía a una idealización del mismo Jesucristo, ya que para esto vino al Planeta Tierra. Que además, de donde el venía (Cristo); ya existía tal “igualdad”, en forma universal. Pero (según Nietzsche); tal igualdad era el resultado del resentimiento de los débiles contra los fuertes. De ahí que la rebelión… como presentimiento hoy surge como una gran verdad; por demás impuesta (en las urnas) por las mayorías.
El “Estado” democrático… liberal, no constituye una síntesis de la moral de uno y otro (señor y esclavo); según Hegel. Para Nietzsche, representa una victoria del esclavo (ya como sociedad); pues la libertad (del señor); no se conservan en ninguna parte; ya que se supone, que en la democracia, no existe el soberano (por lo menos en teoría); el ciudadano debe ser un personaje educado, a favor de una cómoda auto-conservación. Para Nietzsche, el hombre democrático, se compone de un deseo y acción, en contubernio, con sus necesidades. Además, carece de “megalothymia” (amor propio); esta satisfecho con su felicidad; y, es incapaz de avergonzarse de sí; y, de elevarse por encima de sus propias necesidades. Hegel, sostiene que el hombre moderno lucha por el reconocimiento, tanto como por la satisfacción del deseo que se le atribuye; mediante un “Estado” universal y homogéneo, que le dé tales derechos.
Pero, hoy, el hombre moderno, lucha por conseguir sus derechos, tanto en la China; como en la misma Rusia, y otros países satélites. Por humilde que parezca, éstos van desde poder pertenecer a “clubes” de alta esfera, hasta poder entrar a otros de menor categoría, aptos para obreros. O inclusive para todos; sin otro requisito, que el de pertenecer a la misma sociedad democráticamente elegida. Vemos, por la calle, hasta “reinas” (camufladas); de pañoleta y traje común. Ya que todo depende del punto de vista por donde se le mire. El ser humano es libre (con amor, dignidad, respeto y sensatez) de escoger su comportamiento, siempre que éste se encuentre encuadrado dentro de las (raíces y tradiciones) costumbres generales de cada “Estado-Nación”.
Nietzsche, creía imposible que ninguna verdadera grandeza, excelencia o, nobleza humanas; excepto, en la sociedades aristocráticas (hoy casi desaparecidas); e, inclusive de nacimiento “igual”; o, viviendo dentro de una verdadera “libertad”; se pudiese desconoce la existencia de la “megalothymia” (amor propio o, deseo de reconocimiento); que impulsa a poseer, por poseer; que si es verdad que no todos la tienen; por lo menos sufren del deseo de satisfacerse, con el propio reconocimiento, de que no se es meramente, igual a todos (de la raigambre natural, algo queda.) Curiosamente, al poner la propia conservación, por encima de todo… el último hombre, se parece al esclavo, en el sangriento combate de Hegel; con que empezó la historia. Que, por paradójico que parezca, la historia también nos enseña. No obstante, ha muchas sociedades democráticas, en las que la juventud, no se contenta, con solo felicitarse; sino, que quieren vivir dentro de su propio “horizonte”; o sea, que ambicionan escoger libremente una creencia y un compromiso con “valores” más profundos; que el simple “Liberalismo”; quieren completa libertad para escoger, por ejemplo su propia religión (si es que de verdad la desean.) Hoy, ya nadie, se va a mortificar, y menos a sufrir suplicio, así por que sí.
- “La desaparición del hombre, al final de la historia; no es una catástrofe cósmica; el mundo natural, sigue siendo, lo que ha sido desde toda la eternidad. Y por consiguiente, no es tampoco una catástrofe biológica: es el hombre, el que sigue vivo y en armonía con la naturaleza; o, con el – Ser - dado. Lo que realmente desaparece, es el hombre, llamado propiamente así; es decir, la acción negando, lo dado; y el – error - ; o, en general, el sujeto, opuesto al objeto. O, sea, el fin de las guerras y de las sangrientas revoluciones; pues, al coincidir (con equidad) sus objetivos, los hombres ya no tendrían grandes causas por las cuales, luchar. Se sentirían, en una escala superior; como los animales, satisfechos de todo (por la alta tecnología) y se habría extinguido toda brizna de injusticia. ”. -

LIBRES Y DESIGUALES.
- “Es difícil, para quienes creemos en la democracia liberal, seguir a Nietzsche, mucho trecho, por el camino que tomó. Era, un enemigo declarado de la democracia y de la racionalidad, en que ésta descansa. Confiaba en el nacimiento de una “nueva moral” que favoreciera al fuerte, frente al débil; que elevara la “desigualdad social”; y, hasta fomentara una especie de crueldad. Para ser verdaderos “nietzscheanos”; deberíamos, endurecer el cuerpo y el alma. Nietzsche – cuyos dedos se agarrotaban en invierno, porque se negaba a calentar su habitación; y que, incluso, en los años anteriores, al inciso de su locura; apenas, si pasaba día sin terribles jaquecas – ; señalaba el camino, hacia un modo de vida sin comodidad y sin paz. –

Pero, no por esto, podemos dejar de aceptar algunas de sus acertadas observaciones psicológicas (las de Nietzsche); al mismo tiempo que rechazamos su moral. Pues, el hecho de ser diferente, no debe impulsarnos a su incredulidad. Son fieles reflejos del como superarse en sí mismo; todas estas consideraciones, pueden aceptarse sin tener que romper por ello, con las tradiciones “cristiano-liberales”; en las que vivimos en la actualidad. Del mismo modo, que su filosofía, puede verse a grandes rasgos, como una radicalización del historicismo de Hegel; su psicología, puede verse como una radicalización de la insistencia de Hegel, en el reconocimiento.
- - “La “megalothymia”, es como siempre fue, un fenómeno moralmente ambiguo; tanto, las cosas buenas, como las cosas malas de la vida; fluyen, de ella, simultáneamente y necesariamente. Si la democracia liberal, se ve alguna vez subvertida por la “megalothymia”; será porque la democracia liberal la necesita, pues nunca podrá sobrevivir a base únicamente de un reconocimiento universal e igual; como ocurre abiertamente en los E.U.” –
Aparte del terreno económico, y el de la vida política; la “megalothymia”, encuentra ocasiones de manifestarse en actividades puramente formales, como los deportes, el alpinismo, las carreras de coches y similares. Una competición atlética, no tiene otro sentido, ni objeto, que el de hacer ganadores a unos y perdedores a otros; o sea, de satisfacer el deseo de ser reconocido como superior. El nivel o, el tipo de la competición, es completamente arbitrario, como lo son las reglas de todos los deportes. Fijémonos en el alpinismo, cuyos practicantes son casi siempre personas de prósperos países pos-históricos. Para ponerse en condiciones físicas, han de entrenarse incesantemente; el tronco del cuerpo de los escaladores, en solitario, está tan desarrollado que si no van con cuidado, sus músculos, pueden despegarles los tendones de los huesos. Y así sucesivamente…
Kojève, sugirió, medio en broma, que en vez de que el Japón se occidentalizara; Occidente (incluyendo Rusia) se japonizara; proceso que curiosamente, hoy está en marcha. En otras palabras, en un mundo, en el cual, se ha resuelto, en gran medida, la lucha por todas las cuestiones importantes, un esnobismo, puramente formal, se convertiría en la principal forma de expresión de la “megalothymia” (o, deseo, de ser reconocido.) En los E.U., por ejemplo, la tradición utilitaria hace que sea feliz, incluso para las bellas artes; convertirse en puramente formales. A los “artistas”, les gusta convencerse, de que son socialmente responsables, además de estar comprometidos con valores puramente estéticos. Pero, el fin de la historia, no significa, el fin, entre otras cosas, de todo “arte”; que pueda considerarse socialmente útil; y, de ahí, el descenso de la actividad artística, hacia el vacío formalismo, de las artes tradicionales japonesas.

DERECHOS PERFECTOS Y DEBERES IMPERFECTOS.
-
- - “SI, bien, presentarse como candidato a la presidencia o, escalar el Everest, puede atraer, cierta naturaleza ambiciosa; hay otra extensa zona de la vida contemporánea, que proporciona una satisfacción más ordinaria del deseo de reconocimiento. Esta zona, es la “comunidad”; o sea, la vida asociativa, por debajo del nivel de la nación”. –
En el “Estado” moderno, la importancia de la “vida asociativa” como foco espiritual, obtiene máxima importancia. En las modernas “Naciones-estado”; la ciudadanía, se limita a votar, cada cinco años; por los representantes que le atraigan electoralmente. Y los periodistas (con sus preguntas y repreguntas) han llegado a hacer de la política, su especialidad, para subir o bajar las encuestas de intención. Lo cual hace un fuerte contraste con los procedimientos de otras regiones del Planeta. Sin embargo, en los tiempos modernos, la ciudadanía, se ejerce mejor a través de… las “instituciones mediadoras”: partidos políticos; corporaciones; sindicatos obreros; asociaciones cívicas; organizaciones profesionales; iglesias; asociaciones de padres de familia; consejos de escuelas; sociedades literarias y similares. Así en una democracia moderna, la vida asociativa privada, es mucho más satisfactoria, de modo inmediato, que la mera ciudadanía. El reconocimiento por el “Estado”, es necesario e impersonal. Fue así, como se forjaron grandes figuras de la política… empezando por aglomeraciones de poca intensidad; para ir, aumentando la concurrencia en cada semana de campaña… así, el conferencista se movía pues, de tribuna en tribuna.
Pero, aunque es duro decirlo, la familia no funciona con solo principios liberales. Criar hijos; o, hacer que un matrimonio dure toda la vida, requiere sacrificios personales que son irracionales; si se miran en términos: cálculo… costo beneficio. Los verdaderos bienes de una familia no redundan, en el provecho de quienes soportan las cargas; sino que se transmiten a las generaciones venideras. A nivel de la asociación más amplia, o sea, el País mismo, los principios Liberales pueden ser (también) destructores de las formas más altas de patriotismo; necesarias para la supervivencia de la comunidad. Así, que promesas de sacrificio de la vida; y, los bienes; en el fondo, puede resultar una mentira (por ejemplo: eludir el servicio militar obligatorio y otras.) Las exigencias de la movilidad por trabajo, estudio etc. Las orientaciones culturales; aparte, de sus religiones o, creencias en materia de Fe… son difíciles de cumplir, cuando estas se tornan obligatorias; e inclusive, las de carácter político.

GUERRAS DEL ESPÍRITU.
-
- - “La decadencia de la vida comunitaria, sugiere que en el futuro, correremos el riesgo de convertirnos en “últimos hombres”; seguros y absortos en nosotros mismos, en busca de comodidades privadas y carentes de anhelos “thymóticos”; por objetivos más altos. Pero existe también el peligro opuesto, o sea, que volvamos a ser primeros hombres, enfrascados en combates sangrientos, por un prestigio sin sentido, más ahora con armas modernas. En realidad, los dos problemas, están relacionados entre sí; pues la ausencia de ocasiones constructivas y habituales, para manifestar la “megalothymia”; puede conducir simplemente, a su resurgimiento en una forma extrema y patológica”. –
Supongamos, que el mundo se ha llenado, por decirlo, así… de democracias liberales… de modo que no queden ya tiranías, en ningún rincón del Planeta. Ni opresiones dignas de obtener, tan infame nombre. La experiencia, nos dice, que si no existen las causas justas; por las que combatir; entonces, el hombre, se inventará algo contra que luchar, así sea, contra esas misma causas “justas”. Luchará entonces por luchar. El aburrimiento de la “Paz”; y el de la prosperidad, ha tenido, en el pasado, consecuencias muy graves. Por ejemplo las Guerra mas intensas que ha sufrido la humanidad; la verdad sus verdaderas causa profundas no están claras aún hoy. Se habla de Militarismo; Nacionalismo; Equilibrio de Fuerzas; Alianzas; Doctrinas Militares y Políticas; Tecnologías… que a la larga han sido verdaderas estupideces… y que hasta el momento no han tenido suficiente explicación… solo, la de que se fue a la guerra, por que si; y esto conllevó a los demás Países del Planeta; que despertaron a la pesadilla; y, se fueron a ella… ya por que no tenían más remedio. Agravado lo anterior, por la locura colectiva, a que fue arrastrado el pueblo alemán, al creer que de verdad era, primero: la mayor potencia económica, que el mundo hubo conocido; y, luego 25 años después: la raza especial (según Nietzsche); y el gobierno mundial (con maqueta y todo) de los mil años.
En otras palabras el mundo, antiguo… moderno… y nuevo… ha permanecido… de loco en loco (hoy llamados “grandes”); a las órdenes del populacho embriagado de emoción baladí; y, superflua lontananza… del triunfo: de los unos, sobre los otros. Mirando para atrás, quienes vivimos ya en la vejez; y en la de la misma humanidad; podemos llegar a la conclusión de que ningún régimen; ningún sistema socio-económico; puede satisfacer a todos… en todas partes… Y esto incluye a la “democracia liberal”. Y, para el colmo las principal insatisfacción, surge en los sitios en los cuales más ha imperado la libertad y el “Liberalismo Democrático”; o sea donde la bienestar ha alcanzado niveles nunca soñados. Así el comportamiento personal y grupal, no ha despertado… a la verdadera causa de la felicidad, que es: la paz en el amor; y en la equidad; así para ello se tenga que intervenir clínicamente, el mismo cerebro, de tendencia criminal; pues, al parecer, las causas son más de terapia “pos-operatoria”, que otra cosa. En otras palabras: aplicar la “Eugenesia”; seguramente, tenemos que acabar por “extirpar”, lo animal que haya prevalecido en nuestro – yo - ; para que finalmente; obedeciendo, a una bella definición del “cielo”: ¡Sitio… en el cual, cada uno, solo tiene, todo… lo que puede recibir!

EUGENESIA.
- - “La eugenesia, es un antiguo sueño de la raza humana. Sabemos que hemos podido mejorar, con éxito, las razas de animales. Entonces, ¿Por qué no mejorar, también al ser humano? Un programa de eugenesia, cuyos detalles se mantenían en secreto, para el público, estaba en la base de la República que proponía Platón. Formaba parte de la “Mentira Real”. El científico inglés, Francis Galton (1822-1911); fue un de los primeros hombres modernos, en presentar un programa de eugenesia, cuidadosamente diseñado. Allí se proponía matrimonios concentrados, entre hombres y mujeres “ricas” que, en su opinión, acabarían produciendo una raza de “superdotados”. -
Se pueden usar muchos argumentos, para defender la eugenesia. Las cárceles, están abarrotadas de criminales reincidentes. Puesto que el carácter criminal, probablemente, sea hereditario, ¿debería esterilizarse a esos hombres y mujeres, para librar a la siguiente generación de su descendencia? Mejor todavía, si fuera posible manipular los genes de los criminales, de modo que se corrigiera su tendencia a delinquir, ¿por qué la sociedad debería abstenerse de hacerlo? El coste de mantener a un criminal de por vida, en la cárcel, es muy elevado. Al prisionero, la experiencia, tampoco le resulta satisfactoria. Sus victimas, también sufren. Hacer que los delitos sean menos probables, parece que beneficia a todo el mundo. Se pueden elaborar argumentos similares, para borrar unas cuatro mil enfermedades genéticas que causan dolor a quienes las sufren, a sus familias y a sus amigos; y que cuestan miles de millones; a la sociedad, en cuidados y atención. Esto, se podría hacer, estableciendo controles de ADN. ¿Por qué no hacerlo, si podemos?

MITO DEL LIBRE COMERCIO.
Por: Ravi Batra. Ed. Vergara 1994. Texto, tomado en paráfrasis, por Alberto Galindo Jr.
-
- - “La experiencia, de la mayoría de las naciones, muestra que la prosperidad, estriba en el crecimiento de la industria, antes que en la agricultura, y los servicios. Esto es así, porque la industria tiene una productividad laboral, mucho más alta, que la de otros sectores; por lo cual, sus salarios, suelen ser un 150; o, un 200 por ciento, más elevados. Cuando la liberalización del comercio, promueve la industria, eleva la productividad, en su conjunto, así como el nivel de vida; pero, cuando promueve los servicios a expensas de la industria, la productividad y los ingresos reales, disminuyen”. –
-
- - “La industria, y no el comercio, es la principal fuente de prosperidad. La historia reciente y pasada, lo confirma de manera terminante. Es evidente que desde la década de los setenta, los servicios han sobrepasado a la industria, dentro de los E.U. Como consecuencia de ello, el panorama económico, en su conjunto, ha sufrido una profunda transformación. La liberalización del comercio, ha resultado ser la causa principal de esta transformación, que no tiene precedentes en la historia norteamericana”. –

Se dijo en 1990; Que de persistir la tendencia, a fin de esa década, la industria norteamericana del automóvil, estaría casi extinguida; las industrias farmacéuticas; las de la computación y de máquinas herramientas; podrían seguir el mismo destino. La razón principal, fue que no se podría competir con los productos importados; con independencia de la superioridad tecnológica norteamericana; y la liberalización del comercio, logró lo que nadie. Aquí se plantea pues, una argumentación sistemática y conveniente, a favor del proteccionismo. No sólo, se pretende aquí, demostrar el daño irreversible, causado por la liberalización del comercio; también, se propone una política proteccionista, adecuada, para hacer frente a los potenciales efectos nocivos de esta última. Igualmente queda demostrado, que los frutos del aumento de la productividad de E.U., fueron cosechados por mano de obra extranjera y las multinacionales.

La desigualdad, había comenzado a aumentar lenta pero firmemente; reduciendo la clase media; las crecientes importaciones diezmaban industrias; y millones de norteamericanos, quedaban sin asistencia, ni seguros médicos; el medio ambiente, soportaba un creciente abuso y contaminación; los puentes y las calles urbanas, estaban llenas de baches; las familias, se separaban; las drogas y la violencia, invadían las escuelas y las calles. Para colmo de males, el gobierno, estaba casi paralizado, incapaz de sacar al País, de semejante estado de confusión. A nadie, le importaba, que la propiedad, se hubiera adquirido a expensas de una deuda récord; o, que la repentina inclinación de los extranjeros por los E.U., resultara sospechosa; o, que los multimillonarios, junto con los desamparados, se hubieran multiplicado rápidamente; o, que los bancos y las entidades de chorro y préstamo, estuvieran atravesando dificultades; o, que el sistema industrial, estuviera reculando a grandes pasos. Nada de eso importaba.

Pero, Alemania y Japón, habían llegado a ser sumamente competitivos, en los mercados mundiales, y muchos temieron que los E.U., pudieran perder su otrora tremenda ventaja competitiva; o. que estuviese a punto de perderla, para siempre. Otros prefirieron reconocer que efectivamente, estaban perdiendo la guerra de la competitividad. Luego, las únicas explicaciones que resultaron válidas; fueron, el gran déficit público y la desindustrialización. Pues como se advirtió, el déficit público, constituyó sólo la explicación parcial de la caída de la productividad; mientras, que la hipótesis de a desindustrialización, no había logrado dar con el verdadero origen del problema. La desindustrialización de los E.U., fue atribuida, a la competencia de Alemania y Japón; pero la presencia de competidores extranjeros no fue ingrata. Durante el Siglo XIX; los productos norteamericanos, se enfrentaron a la dura competencia de la Gran Bretaña, Francia y Alemania; y en los años anteriores a la 2ª Guerra Mundial; a la competencia de éstos Países, se vino a sumar la del Japón. Por eso, el hecho de que los E.U., hubieron hacer frente a una fuerte competencia extranjera, en realidad no fue novedad. Lo nuevo, fueron las reglas de juego. O, sea, la facilidad con que se les permitió a los extranjeros, competir en el mercado local desde la década de los 50ª. Lo nuevo fue la política comercial de los E.U., y el culpable… pues, el “Libre Comercio”.

Y naturalmente, que en la medida que las familias norteamericanas, para satisfacer sus aspiraciones y mantener el nivel de vida, al cual estaban acostumbrados; tuvieron que trabajar más; y lógicamente, comenzaron a surgir los conflictos sociales. Se dedicó menos tiempo a los hijos; a la intimidad personal; a los padres ancianos y en general; a los esparcimientos necesarios para la salud. Aumentó el porcentaje de divorcios, pero sin embargo el sueño americano… perduró. Así la productividad continuara declinando, tanto que hubo que acudir a prestar plata. El monto de las deudas aumentó, como nunca. Si bien, se detuvo la caída de la productividad, el deterioro del nivel de vida, no se logró frenar.

Sin embargo, frente a los productos no agrícolas, la conducta de la gente fue diferente. En el caso de la alimentación, existieron límites biológicos, para el consumo; pero, tales limitaciones no rigieron para los servicios; o, para la industria de la construcción. En las industrias agrícolas, un aumento de la oferta, no produce necesariamente una caída brusca de los precios. Por ejemplo: En los 80ª; los precios de los inmuebles, aumentaron de modo sustancial, aun cuando las nuevas viviendas inundaban el mercado. Y fue así, porque mientras aumentaba la oferta de viviendas; su demanda crecía aún más. Jamás podría ocurrir, algo semejante, en el mercado del trigo; la soja, o, los alimentos envasados; porque, existían (como siempre) límites biológicos, para el consumo de estos productos. En tal caso, los precios deben caer, como sucede con el precio de cualquier producto, con una sobreoferta. Pero como los productos del agro, tienen una demanda inelástica, los consumidores, gastan menos en los mismos; cuando los precios bajan. De esta manera, los agricultores, terminan haciendo menos dinero, aun cuando hayan aumentado su productividad y producción. En realidad, el crecimiento de la productividad, fue la causa de la disminución de sus riesgos.

No obstante, cuando los precios de los productos agrícolas aumentan más rápidamente que los demás bienes, los agricultores ganaban; de lo contrario, perdían. Por eso, es importante el precio relativo, es decir, el precio de los productos agrícolas, en comparación con el de los productos no agrícolas. La historia nos demuestra, que los a los precios relativos del campo, son más importantes para la prosperidad de la agricultura, que la misma productividad. Los agricultores, medraron durante las guerras; y los períodos de inflación, por que los precios de los bienes que vendían, superaban los de los bienes que adquirían.

Ahora, que la competencia, es un proceso dinámico, que incluye un cambio permanente. No existe, nada parecido a una ventaja competitiva exclusiva y constante. El conocimiento no tiene límites, y la rivalidad activa entre las empresas, las impulsa a mejorar e innovar en forma permanente. Sin embargo, la competencia puede ser nacional, tanto como extranjera, y las dos tienen efectos absolutamente diferentes, sobre la economía, Una es puramente benéfica, mientras que la otra, puede ser nociva, y depredadora. En ambos casos, existe un desafío, al cual las empresas tienen que responder, para sobrevivir; pero, el origen de ese desafío, es tan importante, como su fuerza coactiva.

Esto es, lo que ha causado la competencia extranjera excesiva. El comercio libre indudablemente, hace más productivo al mundo; pero, no mejora el nivel de vida, de todas las naciones. Algunos países, se benefician, pero otros se perjudican. Naciones ricas en recursos, como Australia y E.U., han estado últimamente del lado de los perjudicados. En poco tiempo, a medida que se incremente la productividad nacional, como consecuencia de la especialización provocada por el comercio, los salarios reales de todos los trabajadores crecerán, aunque no sea en forma inmediata. En este caso, el comercio libre, resulta evidentemente beneficioso, para todas las naciones. Sin embargo, en la realidad, los salarios son notoriamente diferentes; de un sector, al otro. Los trabajadores de la industria manufacturera, ganan mucho más que los del comercio minorista; los restaurantes, y la mayor parte de los otros servicios. Cuando la competencia extranjera se lleva al extremo, genera pérdidas de empleo, en los sectores de altas remuneraciones; y eso, representa una caída general en los salarios. En general, los salarios de la industria han disminuido, como consecuencia de la brusca caída del precio industrial relativo, inducida por la competencia extranjera, mientras que el salario nacional total, debe su constante disminución, a la caída de los índices de ocupación, en el sector de altos salarios.

EN SINTESIS.

1. Desde 1973, cuando los E.U., pasó a ser una economía de comercio libre, por primera vez, en su historia; las relaciones positivas habituales, entre el salario real y la productividad, se desbarataron. Los ingresos reales de los trabajadores, no superiores, que constituyen casi el 80 %; de la fuerza laboral, experimentaron una ininterrumpida disminución; a pesar de la creciente productividad. Los salarios de la industria, bajaron a sus niveles de 1950; de hecho, los ingresos netos de impuestos del sector minorista, están hoy cerca de los abismales salarios vigentes en la década de la Gran Depresión. Tal ha sido el perjuicio causado por el comercio libre.
2. Todo esto ocurrió simultáneamente con un módico crecimiento del PNB y del ingreso nacional per-cápita; de modo que la brusca disminución de los ingresos, ha permanecido oculta para la opinión pública; unos pocos economistas han reconocido el problema, pero los analistas de las principales tendencias, no ven en ello, ningún motivo de alarma.
3. El comercio libre, ha conducido a una intensa competencia extranjera, en las industria con altos salarios; lo cual, inicialmente detuvo la incorporación de principiantes a la fuerza laboral; y, luego, a fines de los 80ª; produjo, una migración de trabajadores, quienes a su vez tuvieron que buscar empleo, en el sector menos remunerado de los servicios; de ahí, la disminución de los ingresos reales, en el orden nacional.
4. Los salarios reales, declinaron incluso en la industria de alta productividad – a pesar del aumento del volumen de producción horario – porque el comercio libre, provocó una brusca caída de los precios relativos de los bienes manufacturados. Esto, condujo al nefasto fenómeno de la “agriculturización”; que en el pasado, sólo afectaba al campo, donde la productividad creciente estaba asociada con a disminución de los ingresos y las ganancias. En consecuencia, el comercio libre, es el responsable de la “agriculturización” de los E.U.
5. Al hacer crecer a los sectores de baja productividad, a expensas de los de alta productividad, el comercio libre, también causó una disminución en el aumento de la productividad nacional, aun cuando la formación de capital, haya estado cerca de su récord histórico.
6. De las 12; naciones analizadas… - E.U.; Gran Bretaña; Australia; India; Italia; Canadá; México; Francia; Japón; Corea; Alemania; y Taiwán – sólo Alemania, ha seguido una política de comercio libre, durante gran parte de su historia. Todas las demás, con excepción de la India y México, llegaron a ser ricas, mediante la adopción del proteccionismo competitivo, al menos, durante los dos primeros Siglos de su desarrollo. La economía de la India, nunca se abrió, porque siguió la peor política comercial posible: la del proteccionismo monopólico. Cuando México, abrió sus fronteras a la influencia extranjera, a través de los préstamos externos, prosperó durante años, en la década del 60ª; pero, entró en un período de depresión desde 1982.
7. Todas las naciones prósperas en el período de posguerra, salvo Alemania, deben su prosperidad al proteccionismo competitivo. Dentro de esta categoría, figuran Japón; Corea; Taiwán; Hong Kong y Singapur. Otros países que liberalizaron su comercio, como los E.U., y Australia, y hasta cierto punto el Canadá; han experimentado una disminución de los ingresos reales, a pesar de la creciente productividad. Han sido alcanzados por el síndrome de la “agriculturización”.
8. El proteccionismo competitivo, es por lo tanto, un método comprobado, con altas posibilidades de éxito; el comercio libre; es, desde un punto de vista histórico; una idea relativamente nueva, con altas probabilidades de fracaso.
9. La historia, muestra que las naciones, con una gran abundancia de recursos naturales, no necesitan un crecimiento significativo en la productividad de la mano de obra, para llegar a ser prósperas; sólo las naciones con pocos recursos lo necesitan. Por eso, la disminución de la productividad en los E.U., Canadá, y Australia, con relación a Japón, Corea y Alemania, no es motivo de alarma. Mucho más alarmante, es la política liberal, en materia comercial, seguida por las naciones rezagadas. De hecho, casi todos los países, excepto E.U., se han beneficiado con la política norteamericana del comercio libre.
10. Las más recientes víctimas del comercio libre, son los ciudadanos; de lo que antes se denominaba Alemania del Esta; que se unió con Alemania Occidental, en Octubre de 1990. El canciller alemán Helmut Kohl, se apresuró a exponer, a la antes protegida economía del Este; a una intensa competencia internacional; en la errónea creencia de que la liberalización comercial; pronto, traería prosperidad a la región. En lugar de eso, sucedió lo contrario. La industria del área, tambaleante, pero manejable, derrumbó los salarios reales, declinaron y el desempleo se elevó, a un alarmante nivel del 17%; Incluso después de invertir cientos de miles de millones de dólares en el Este; el gobierno, ha sido incapaz de detener los efectos nocivos de su descaminada política. Si se tuvieran en cuenta los trabajadores empleados en los programas oficiales, tendientes meramente a dar trabajo a los desocupados, el índice de desempleo, se elevaría al 40%. La gran depresión de Alemania del Este, que está hoy en su peor momento, es un testimonio de cómo el comercio libre puede diezmar una industria y destruir con eso una economía protegida pero viable.

RESUMEN.
El resurgimiento de la economía norteamericana, debe salir del siguiente “plan quinquenal”, propuesto:
1. La tasa arancelaria promedio, debe elevarse en 5 años; del 5%; actual al 40%; a fin de proteger de las importaciones, a las principales industrias manufactureras.
2. Todas la compañías protegidas, deberían ser fraccionadas en empresas independientes más reducidas; para generar una intensa competencia local, sustituyendo así, la competencia extranjera por la rivalidad interna.
3. Se deberían prohibir las fusiones entre las grandes compañías.
4. Habría que estimular la inversión extranjera en actividades nuevas. Y no en operaciones existentes ya consolidadas.
5. El Estado, debería invertir grandes sumas en investigación y desarrollo; financiando dicha actividad, con una parte del aumento en la recaudación arancelaria.

Para complementar lo anterior… se requiere urgentemente… una teoría adecuada, para el buen desarrollo económico y el comercio. El cambio, siempre ha sido, la esencia de la vida. Según lo han proclamado grandes cerebros progresistas de cada generación. Ya que con este cambio, viene la adaptación, y con ésta, el esfuerzo y la evolución. Las viejas ideas, se vuelven obsoletas, y eso crea la necesidad de un nuevo tipo de pensamiento, un nuevo paradigma, más apropiado que su predecesor. Hoy, es claro, que las viejas ideas de A. Smith; necesitan, urgentemente, ser modificadas. Hay una apremiante necesidad de un nuevo paradigma, una nueva concepción del desarrollo económico y el comercio; que sea coherente con los requerimientos de nuestra época. Luego, se impone un máximo aprovechamiento de los “recursos humanos” (bien pagos.)

CONCLUSIÓN.
El aprovechamiento óptimo de los recursos mundiales para satisfacerlas necesidades humanas, hace necesario, reducir al mínimo el derroche y los contaminantes. Después de la caída del Comunismo Soviético, el presidente Bush I, proclamó la necesidad de un nuevo orden internacional, con una economía mundial, asociada al “comercio libre”. Esto, es justamente lo menos indicado, ya que sólo va a añadir contaminación, sin elevar demasiado la producción.
1. En todos los países, deberían ser fraccionadas las compañías monopólicas, a fin de generar una intensa competencia interna y sortear la necesidad de la competencia extranjera.
2. El comercio intra-industrial, tendría que ser reducido al mínimo. En la medida de lo posible, las compañías multinacionales deberían producir y vender bienes en la misma nación. Otra posibilidad es que las empresas multinacionales, canjeen sus plantas de producción en los diferentes países. Por ejemplo, General Motors, exporta automóviles a Europa, pero también los trae a E.U., desde sus plantas europeas. Esto es evidentemente innecesario. No debería exportar, si se puede fabricar el producto, en la misma Europa. A la inversa, no debería importar, si también se producen automóviles en E.U. ¿Cuál es el motivo para generar un transporte innecesario de bienes, provocando contaminación en el proceso? Si las plantas General Motors en Alemania, resultaran antieconómicas, en caso de eliminar sus exportaciones a E.U., la compañía simplemente debería venderlas a un fabricante alemán, y utilizar el dinero, con otros fines más productivos y menos contaminantes.
3. Debería incrementarse, la transferencia internacional de capital y tecnología, en lugar de acrecentar al máximo el comercio mundial. Por ejemplo, en la actualidad el Japón, se concentra principalmente, en los bienes de exportación, generando contaminación en el proceso. Si en lugar de ello, las compañías japonesas instalarán fábricas en todo el mundo, podrían satisfacer las necesidades de la nación, mediante la producción local, controlada desde el extranjero y sin demasiado comercio. De esta manera, el Japón, no tendría necesidad de importar gran cantidad de materias primas, a cambio de sus exportaciones. Las necesidades humanas, se satisfarían tanto como antes, pero el comercio de vienes y materias primas sería mínimo. Japón importaría algunas materias primas para la producción local, y pagaría por ellas con sus ganancias del exterior. Con esto, no solo se reduciría al mínimo el comercio, sino que los países del Tercer Mundo, que exportan principalmente, materias primas, podrían industrializarse. Alemania, otro gran exportador y contaminador, debería incrementar su transferencia de tecnología, no el comercio.
4. Lo anterior quiere decir, que las naciones ricas en tecnología y capital, deberían exportarlos, a cambio de materias primas, para su producción local. El Tercer Mundo, no debería exportar, tanta materia prima, sino importar, tecnología, o invitar a las empresas extranjeras a que utilicen sus materias primas, en la producción local. A fin de reducir al mínimo, el comercio internacional, las fábricas deberían estar ubicadas cerca de las áreas de producción de materias primas, así como en las proximidades de los centros de población.
5. Todas las economías ricas en recursos, pero industrialmente no desarrolladas, tendrían que imponer altos aranceles sobre las importaciones de manufacturas, al par que promueven vigorosamente la competencia en los mercados locales. Esto, induciría a los países industrializados, a instalar sus fábricas en dichas naciones. La India, Australia, Canadá, México, y los países de Latinoamérica y África, ricos en recursos, podrían adoptar esta política, complementada por la competencia interna. Este tipo de competencia, reduciría significativamente, la desigualdad, estimulando así la demanda interna de bienes, lo cual a su vez, disminuiría la dependencia del comercio.
6. Los gobiernos deberían orientar sus inversiones en investigación y desarrollo, hacia los descubrimientos potenciales, capaces de reducir la contaminación, así como la dimensión de las fábricas, rediciendo, de ese modo la necesidad de las economías de escala. Algunas empresas entran en el sector exportador, sólo para aprovechar tales economías. En este sentido, deberían desarrollarse nuevas tecnologías que lo hagan innecesario. Hay que tener en cuenta que a menudo se exagera la importancia de dichas economías. Después de todo, las empresas, sumamente competitivas del Japón, empezaron siendo pequeñas. Si las economías de escala, son tan importantes, ¿por qué las empresas tienen tantas fábricas, en un mismo país, para producir el mismo producto?

La migración de las fábricas, hacia las áreas ricas en minerales, puede reducir el comercio internacional, hasta en un 25%; sin afectar el nivel de vida mundial. Lo mismo es válido para el comercio industrial, que se podría eliminar completamente, sin demasiadas consecuencias, para la producción mundial. En otras palabras, el comercio mundial, se podría reducir al menos en un 75%; sin afectar demasiado la producción total, Pero, si bien los efectos de la disminución del comercio sobre la producción, serían limitados y hasta insignificantes; su efecto beneficioso sobre el medio ambiente sería enorme. El uso de energía podría disminuir drásticamente, el precio del petróleo caería, los mares estarían más a salvo de los derrames de petróleo; y productos químicos, la atmósfera menos contaminada con gases tóxicos; el riesgo de accidentes, sería menor y nuestros oídos estarían menos expuestos a los ruidos ensordecedores. Estas, entre otras, serían las ventajas de reducir al mínimo el comercio internacional y de aplicar el proteccionismo competitivo.

Utopía III
Por: ALBERTO GALINDO Jr.
Dedico, este trabajo, a la memoria de mi padre.
Partes de texto, tomadas en paráfrasis, del Libro: “Tratado del amor de las criaturas”. De Ramón Sibiuda. Ed. Altaya. 1995.

EL AMOR DE LAS CRIATURAS.
- - “Hay que desconfiar de las respuestas demasiado concluyentes. Es mejor una cabeza que funcione bien y razone adecuadamente; que un cerebro atiborrado de erudición, aprendida de memoria, mal digerida y peor reflexionada; hay que comprender y asimilar, no basta con retener y argüir mecánicamente”. –
Creo, que esta actitud, tiene igualmente, su contrapeso en la religión. Aunque, sentimos un fuerte rechazo de la “Iglesia” formalista, autoritaria y desde luego vacía. Entonces, solo buscamos una religiosidad más íntima, directa; o sea, un contacto personal con Dios; una vuelta a la simplicidad del cristianismo primitivo (enseñado por Jesucristo); es así, como se origina un fermento piadoso que, en algunos casos, permitirá el surgimiento de sectas místicas, más o, menos ortodoxas; mezcla de inquietudes religiosas y sociales, que buscan salida, a un cauce de justicia y caridad. (De pronto, en convivencia con Judíos, Cristianos, e Islámicos; y con otras ramas monoteístas.) En Francisco de Asís, encontramos al hombre, alabando a Dios y agradeciéndole por la creación de las demás criaturas, naturalmente a nombre del hombre. Ya no como amo del mundo animal; sino, como parte de él. Lo cual le da un protagonismo nuevo… como la única criatura racional, que es capaz de comprender el sentido de la creación (cuando, Dios lo hace señor del universo.) De hecho, se encarga de agradecer y de cuidar, pero también de orar por todo el universo. De amar al creador y tratar de comprenderlo y conocerlo mejor; esto en cuanto a las fuerzas del bien; en cuanto a las del mal, para temerlas. - Y naturalmente, esta ordenación del saber era, a la vez un arte de la memoria; pues, recordando unos pocos principios y conexiones, se podía memorizar fácilmente, una gran masa de conocimientos, lo que resultaba muy útil, en la predicación, insuperable de la tarea misionera. –
Pero, ese afán misionero, tiene una raíz franciscana. - Pues es de Franciscano de Asís, el acento, que se pone sobre el amor y la voluntad; dejando un poco de lado, al entendimiento; pues, si éste conoce y juzga, es la voluntad, la que acoge; y la que mediante el amor, opera una transformación real de la persona; y, la convierte en un ser nuevo. - Además, no es por el camino de las armas, como se llega a Dios; sino la que se libra en el interior de nuestros corazones. Y decididamente, esto tiene su raíz en la libertad. – Pero el hombre, se salva o, se condena, por su voluntad, por su propia y personal decisión (para esto, el Creador, lo hizo inteligente); y por mucho que cambien sus hábitos, no se convertirá, si su corazón no se transforma, si no se renueva interiormente. - Recordemos que las únicas armas esgrimidas por Jesucristo, fueron su palabra, y su amor. Así los franciscanos, proclamaron su retorno a los tiempos primarios de la religión; a la cristiana fe sencilla y sincera; como fiel argumento de su doctrina. Así, que solo está en las manos del hombre, su salvación y su viaje a la vida eterna. Siendo el verdadero camino a Dios, las criaturas y la fe en Jesucristo; sin olvidar que “La Tierra”, es responsabilidad el hombre. Luego todos debemos hacer algo por ella; y dejar de amarnos a nosotros mismos.
- - “Así, la creación entera, encuentra su sentido en el hombre, cifra y clave del universo, y si al final de los tiempos, todas las cosas serán renovadas y hermoseadas, no será por su propia dignidad, sino gracias al hombre, para “armonizar” con el nuevo y glorioso estado de éste”. –
Si bien, es verdad que fuimos creados a la imagen (espiritual) de Dios. Debemos conocernos (interiormente) a nosotros mismos, para convencernos de que somos su obra más perfecta. Santo Tomás de Aquino, en sus escritos, glorifica a Dios, al contemplar (interiormente) su carga de humanismo; escritos que lo hacen un digno y favorito conductor de la gente. Sus brillantes escritos, ponen por encima de todo (lo terrenal) al “alma” humana, describiendo su belleza sin par. Su introspección, como hábito, hacía de tal actividad, el más profundo y certero de los fundamentos del ser. Tanto, que encuentra cierta similitud, con el reto del universo; encontrando cierto parecido, entre dos casas: una en el cielo; y la otra, en la Tierra; o sea el “alma”; como verdadera “plaza fuerte”, contra el mal. Así, que son más las ideas de bien a-venturanza en el futuro; que las apocalípticas.
- - “En el individuo, está la clave del conocimiento: cada uno ha de buscar la ciencia por sí mismo, debe entenderlo todo y prestar su personal asentamiento, a la verdad; sin esperar que venga nadie a decidir por él, sobre lo verdadero o, lo falso. En el individuo, está también la clave de la salvación”. –
-
Al estar protegido por la “Ley Universal”, del libre albedrío; el hombre, a su elección, se salva o, se condena; en la cual, nadie puede intervenir. Al decir nadie… es nadie… así se trate, de un ser de este mundo o, del cosmos. Por ser, como el “eje” (material) del todo universal; por y para el cual, se efectuó la “creación”. Fuimos pues, creados iguales, como naturaleza y libertad fundamental y solidaria; nuestro mejor de los tesoros personales y majestuoso, un regalo divino; que confirma nuestra sabiduría de siempre; no evolucionada de nada; sino, fiel semejanza divina. (Aunque pudo haber salido del mismo bloque de barro; del que salieron los animales… pero, a ellos no se les dio “alma”; solo al hombre; quien lleno de “amor”… será siempre distinto y superior, a todo lo terrenal.)
- - “Así como un rayo de Sol, ilumina a los cuatro elementos: el fuego, el aire, el agua, y la tierra; así también el rayo único de Dios, ilumina la mente, el alma, la naturaleza y la materia. Y así como cualquiera que observa la luz, en estos cuatro elementos, percibe el rayo del sí mismo; y a través de él, se vuelve a contemplar la luz del Sol; igualmente, aquél que contempla lo bello; en estos cuatro elementos: la mente, el alma, la naturaleza y el cuerpo; ama en ellos el resplandor de Dios, y por medio de este resplandor, ve y ama, al mismo Dios”; energía suprema y unificadora del universo. -
Pero, los cristianos, se engañan a sí mismos, al querer apoyar su fe, por la fe; cuando no se debe descartar el valor de la razón, el análisis y el derecho a probar con argumentos científicos, la grandiosidad demostrada en la religión; quitando el elemento netamente “milagroso” de la fe, ya que Dios no es ilógico. Además, son muchas las personas, que solo por fe, no creen; solo, cuando se les demuestra la veracidad de los argumentos, y sobre todo de “La Biblia”; principal fuente de las creencias religiosas; que curiosamente, demuestra pasmosamente, ser un compendio de veracidad científica. Así, Judíos; Cristianos; e, Islámicos; concuerdan, en un alto porcentaje, con la gran trascendencia de su fe.
Además, la ciencia enseña a todos los hombres a conocer real e infaliblemente, sin dificultad ni trabajo, todas las verdades sobre el hombre y sobre Dios; y por la ciencia, se conoce sin la mayor dificultad e infaliblemente, todo lo relacionado con las “Sagradas Escrituras”; y lo que en ellas se cuenta (solo, que como se expresa, más que todo, en un lenguaje simbólico; se debe saber interpretarlo.) Así, el intelecto humano (apartando un poco, lo milagrero del asunto) se adhiere y cree, fuera de toda duda, el contenido de los “Libros Sagrados”. Igualmente, en la ciencia se hallan muchas de las preguntas que se pueden (y deben) formular tanto sobre Dios, como sobre el hombre mismo; por lo tanto la ciencia, será la encargada de probar, que la fe católica, es la verdadera; más ahora, que se acerca el fin de estos tiempos; para dar paso a una nueva “era”… la de la mente y del gobierno divino, por mil y miles de años terrestres.
- - “Esta ciencia, no necesita ninguna otra ciencia ni arte. No presupone la gramática, ni la lógica, ni ninguna de las siete artes liberales; ni la física, ni la metafísica; pues ella, es la primera y la única… necesaria al hombre. Ordena todas las demás, para el buen fin y verdadera utilidad del hombre; porque esta ciencia enseña al hombre, a conocerse a sí mismo; por qué y para qué, ha sido hecho; en qué consiste su bien y su mal; qué debe hacer; a qué y con quién tiene esas obligaciones”. –
Es la naturaleza racional del hombre, lo que lo hace único; no falsificable; y, todos debemos creerlo, pues se sale de toda lógica, el hecho de pensar lo contrario. Efectivamente, el hombre fue creado por Dios, a su imagen y semejanza – espiritual - (de pronto, permitiendo un molde; como un “homus-erectus”; al cual, repentinamente, se le creció el cerebro: de solo 800 gramos a 2.500 Grms.); (Génesis 2:7.) Y curiosamente, también, a la imagen física, del mismo universo; ya que funcionan igual; o sea, por medio de energía, electricidad y fuerza gravitatoria; o sea, ondas telepáticas y órdenes nerviosas de origen químico. Para el efecto: imagine esquematizando, solo al cerebro y sus brazos nerviosos; luego, póngalo a girar en el espacio; y le resulta algo parecido a una galaxia. ¿Verdad? Es como si viviésemos dentro de un gigantesco cerebro; cuyo destino está ligado al nuestro (en el espacio-tiempo); cuando seamos “seres de luz” (o, volvamos a ser) lo que una vez fuimos.
- - “El hombre es por naturaleza racional, y susceptible de ciencia y doctrina; y como por naturaleza, en el momento de su creación, no tenía en el acto, doctrina ni ciencia; siendo sin embargo apto y capaz de ella; y como no puede haber ciencia sin un “libro” donde esté escrita; fue conveniente, para no frustrar la capacidad de doctrina y ciencia, que tiene el hombre; y donde la divina sabiduría crease un “libro” para el hombre; donde por sí mismo, sin maestro, pudiera estudiar la doctrina y la ciencia que necesita para sí. Por eso, todo este mundo visible, ha sido creado para el hombre, y le ha sido dado, un “libro” propio, natural e infalsificable, escrito (simbólicamente) por el dedo de Dios. Y en el que, cada una de las criaturas, es como una letra inventada, no por decisión humana, sino divina, para mostrar al hombre, la sabiduría y la doctrina que necesita, para su salvación y obtención de la vida eterna”. –
El mundo visible, hecho para el hombre, como ser carnal o, terrenal, dado por el creador, para su dominio. (Gen. I:28-30.) Es por esto que a donde vaya el “amor”; siempre será “amor”; en forma espontánea, libre, voluntaria, siempre permanecerá en su naturaleza. Por esto, si la voluntad ama a la tierra, se le denomina amor terrenal; si ama a los hombres, se le llama humano; y si ama a Dos se le llama divino. Pero si da amor a un ser superior, será amor noble; y si lo da a un ser menor; se le llamará amor inferior. - Y como toda buena mutación, o conversión, o, transformación, no debe ser a menor; sino, a más noble y más alto, y no inferior y más vil; por eso nuestra voluntad no debe entregar su amor, sino a cosas superiores y más nobles; más dignas y más altas que ella, pues de otro modo, no cambiará, ni se convertirá en algo más noble, ni ascenderá. Por esto, el amor grande, principal, se le debe dar a Dios. Como los elementos que cambian del primer grado, al segundo, y al tercero. Sí la tierra, y el aire, se transforman en árboles; y allí encuentran un ser mas noble; y los arboles, por sus frutos; y las plantas en la naturaleza de los animales alcanzan así, un ser más noble.
Es la “Ley” de la correspondencia; la cual, no se debe interpretar, como escalonada, y sujetadora, en cuanto a los seres inteligentes se refiere. No, nosotros fuimos creados iguales. Otra cosa, fue que resolvimos, por “libre elección”… (cinco mil años… más tarde) que alguien nos comandara. Como sucedió (simbólicamente hace casi seis mil años) con la primera elección, del primer “Rey de Israel” (el pueblo de Dios); el Rey David, tronco, del linaje de Jesucristo. Pues, los anteriores “Reyes”, fueron simultánea y principalmente: jerarcas de la iglesia; caso que también ocurrió (y aún ocurre) con el pueblo egipcio y otros similares, en la historia de la humanidad. (Hasta la civilización Griega, 500 años a.C.; y otras, que tomaron rumbos parecidos.) Y muy importante… no por esto, podemos atribuir a Dios, una tendencia “realista”. Pues, una cosa fue que Él, guiara al hombre, en la elección de sus primeros ancianos o, líderes de su Iglesia; que después ejercieron las funciones de “Jefes de Estado” (ya como una civilización sedentaria, habiendo dejado de ser nómada.)
- - “Y por eso, sólo Dios, que es superior a nuestra voluntad, puede devolvernos un amor más noble, que nuestro amor, y esto hasta el infinito; por que, sólo su amor es infinito e increado; y por eso sólo él puede exaltar y ennoblecer nuestro amor; cuando se lo damos. Se sigue, pues, de todo lo antedicho, que sólo Dios es digno de nuestro amor; y que ninguna cosa inferior es digna de nuestro amor; ni nos puede devolver amor, para poder mejorar y ennoblecer nuestro amor. Por eso, si amamos alguna cosa más que a Dios; le hacemos a Dios, la máxima injuria, en el plano natural, y el mayor desprecio, en el espiritual”. -
Y el “amor” lo cambia todo… al amante, a la voluntad en la cosa amada; y, esta voluntad transforma la cosa amada. Por eso, el “amor”, nunca puede elevarse por encima de la cosa amada, ni tampoco la voluntad; ya que permanecen unidas; y, si ésta es universal, más común será el “amor”, y por lo tanto la voluntad. Lo amado, edifica, planta, establece y funda el “amor”, en la voluntad; raíz, cabeza y origen de los amores; así nace en el “alma”, el “amor”; origen y causa de todos los demás amores. Así nacen los odios, que son lo contrario al “amor”, que se tiene por la cosa amada; de ahí, la fortaleza del “amor”.
- - “La voluntad y el amor, se extienden tanto, cuanto la cosa amada en primer lugar, y de ahí se sigue el amor principal, que es uno solo, radica en la voluntad y virtud de la cosa amada, en primer lugar, que es raíz, fuente, origen y principio de todos los otros amores. Y de esto, se pueden extraer, deducir y sacar muchas otras conclusiones”. –
Ahora, el hombre tiene alma y espíritu; la una responsable del ser; y el otro fuente de fuerza, a la unión directa con Dios. La una dada al nacer; y el otro en el primer mini-instante de la concepción. En relación con el alma, se origina el amor propio, el honor y la excelencia. Del espíritu (escencia y substancia divinas); emana la fortaleza del contacto directo con Dios; haciéndole resistente a las tentaciones, que recibe a diario. Tentaciones (generalmente carnales): que van directamente del cuerpo al alma, suprema rectora de nuestro comportamiento y máximos bienes y amores que poseemos y que sentimos. De los cuales, se deriva el “amor propio”; que puede redefinirse, por lo terrenal y placentero, al volverse sensible. Dando pábulo al amor por los bienes exteriores, el dinero, las riquezas, y en general a las cosas temporales que solo producen placer (generalmente carnal.)
- - “Y así, del amor propio, se originan cuatro amores viciosos, malos, y corruptos; a los que llamamos “vicios”; o sea, la soberbia, que es el amor al propio honor, excelencia, lujuria y gula, que son amores al cuerpo, al placer carnal y la avaricia. Que es el amor desordenado de cosas exteriores, sobre todo del dinero. Y quien ama, el propio honor y el propio placer; odia todo aquello que pueda destruirlos o disminuirlos, o que pueda ir contra el propio honor y la propia delectación, y de ahí nace la ira, que es el amor a la venganza, contra aquellos que tratan de lastimar el honor propio; o, la delectación corporal. Nace también la envidia, que es todo odio al bien ajeno, en cuanto que puede disminuir el propio, y el amor al mal ajeno; porque no puede hacerlo. Del amor al placer del propio cuerpo, nace también el amor al reposo del cuerpo, y se huyen los trabajos y ejercicios, y esto es pereza y desidia; o, negligencia. Y así todos los vicios, tienen su origen en el amor a sí mismo; o, propio. - Los llaman también pecados capitales. Verdaderos adelgazantes del espíritu; cuya fuerza, es necesaria para vencer las tentaciones del “alma”, único objeto, que poseemos para salvar; y, darle vida eterna, de lo contrario morirá. Recordemos a Jesucristo que nos dijo: «De qué le sirva al hombre, ganar todo el mundo, si pierde su alma».” –
Entonces (al caer en los vicios) así… es como vamos también camino a la idolatría… tan castigada por Dios. Pues al paso que practicamos el “amor propio”, como algo por encima de todo, estamos haciendo de nosotros mismos, dioses; cuantos haya en el mundo, separados entre sí; entre cuantos “seres” tenga la sociedad. Surge entonces, que en cuanto más se origine la lucha, la división, la discordia, la enemistad, la ira, el odio, finalmente… surge la guerra. Todo… arranca, de que uno se ame así mismo o, a los demás, por encima de todo… con un amor, que no se halla originado, en el “amor” a Dios… y esté por encima de todo. –
Recordemos, la muerte (murió joven) de cierto científico – ateo – que al exhalar su último suspiro (vio a Dios) su rostro se iluminó y sus ojos como bolas de ruleta, empezaron a dar vueltas en sus cuencas; denotando locura. Lógico, como nunca creyó en Dios; diciendo… que uno de los dos sobraba, en el Universo; o, era Dios; o, era el Universo; que entonces… no tendría espacio para Dios. Esto, al no comprender la naturaleza divina; al alegar que el Universo, era eterno; nunca entendió, que esa eternidad, es precisamente la prueba, de que Dios existe; pues es él quien lo mantiene cohesionado y latente. -
Si bien es cierto, que debemos amar a nuestro prójimo, como a nosotros mismos; no quiere esto decir, que lo hagamos, por encima de todo… hasta de Dios. - Porque, en efecto, lo que es, o es singular; o, es común, porque singularidad y comunidad, son dos modos opuestos, comunes a todos. Y por eso, quien se ama en primer lugar a sí mismo, necesariamente se amará, en cuanto este hombre sea; y no en cuanto hombre sea de Dios. Y cada hombre, es este hombre singular existente, porque es único, con su propia y singular existencia y persona, y está dividido y separado de cualquier otro hombre, porque es este hombre y no otro. Y por eso, quien se ama así mismo, se ama en cuanto este hombre, en razón de su singularidad, y no de la comunidad, porque está separado y dividido de todos los otros, porque el amor cambia, al amante, en la cosa amada. - Y así podemos concluir, que como el amor a sí mismo o, privado, es la raíz de todos los males; y el amor propio se origina de ahí, porque lo amado en primer lugar, es este hombre; en consecuencia, ese hombre es raíz y origen de todos los males, porque cualquiera que se ama a sí mismo en primer lugar, en cuanto este hombre singular, está dividido y separado de todos. Luego, la comunidad y universalidad vuelven al amor bueno; y la singularidad y propiedad lo hacen malo. –
- - “Y como la verdadera alegría, es el verdadero fruto bueno para el hombre; y la verdadera tristeza, es el verdadero fruto malo; y cada fruto tiene su propia semilla, es preciso que la verdadera alegría, tenga su semilla propia, donde se origina; y del mismo modo, la tristeza; y como en el hombre no puede haber más que dos semillas principales; y dos raíces primeras; o sea, los dos amores ya dichos; es necesario que todas la otras cosas, nazcan y se originen de ahí, y tengan estas semillas”. -
Así que quien tiene a Dios, tiene otro semblante, y se le nota en los ojos: blancos, brillantes, alegres y vibrantemente expresivos. – Puesto que donde no hay amor, no puede haber alegría; porque la alegría, sólo nace del amor; se sigue, que la alegría se genera, cuando la voluntad tiene lo que quiere y ama. Si no ama, ni quiere nada, no puede tener alegría, Y la tristeza surge de manera similar; cuando la voluntad, no tiene lo que quiere y ama, sino que tiene aquello que odia; y por eso, cuando Dios es la cosa principalmente amada, por la propia voluntad; de tal amor, se engendra necesariamente, la alegría; porque Dios no puede morir, no puede faltar y la voluntad no puede perderlo; y por eso la voluntad tiene siempre aquello que quiere y ama principalmente; y tiene siempre una cosa amada, sin ninguna carencia, inmortal, inmutable, siempre viva, invariable, y a la que no le falta nada; y por eso, el amor de Dos puede durar y permanecer siempre; porque el amor es tal como la cosa amada, en primer lugar, y por eso, este amor es inmortal, sin carencias, estable, firme, inmóvil, siempre vivo, sin que nada le falte, permaneciendo y durando continuamente. –
- - “Y del mismo modo, que la tristeza es la muerte del alma, así la alegría es la vida del alma. Quien tiene verdadera y perpetua alegría, tiene vida verdadera y perpetua; y quien tiene verdadera y perpetua tristeza tiene muerte verdadera y perpetua. Pues quien tiene en sí el amor de Dios, tiene vida verdadera y perpetua, porque del mismo amor de Dios, nace la verdadera alegría, que es vida verdadera”. -
De donde colegimos, que el que tiene a Dios, lo tiene todo… y no le hace falta nada. - Ni oro, ni plata, ni piedras preciosas, ni honor, ni dignidades, ni cargos, ni placeres, ni ciencias, ni comidas, ni bebidas. – Y quien no lo tiene, le hace falta todo… y lo peor, sufre por no tenerlo. - Luego, nos basta con tener a Dios; y nace pues la propia alegría, que nace del amor de Dios, que es toda la vida del hombre y su voluntad. – Porque quien tiene el amor de Dios en este mundo, tiene su riqueza en sí mismo y dentro de sí, y nadie la ve, nadie lo sabe, ni la conoce; sino el que la tiene, y por eso quien posee el amor de Dios, no desea nada fuera de sí, no ambiciona nada exterior, nada envidia, nada ajeno apetece; porque ya en sí tiene abundancia, y está lleno de bien, o sea, de su alegría, que es vida para el corazón. -
Esto, a la distancia, parece un cuadro “raro”; de pronto hasta inalcanzable… o, como de otro planeta. Pero, solo basta con experimentarlo… así, a quien todo aburría… ya nada temerá, ni aburrirá. Solo basta con experimentarlo y sentirlo por una vez, para convencerse de que este es el verdadero camino, y que no hay otro. La pintura se vuelve pues… nítida, y ya solo veremos la felicidad, que nos proporciona el verdadero amor… el amor de Dios. Entonces, viviremos en el y con el… lo alabaremos sin cansancio; y nuestro espíritu, ya fuerte, protegerá a nuestra “alma”… para llevarla, a su segura salvación… a la vida eterna. Cristo dijo: «Solo, quien cree en mi, irá a mi padre». Luego: - De la alegría que nace del amor de Dios, después de la vida corporal, y muestra en la perfección de la alegría y el amor que el “alma” ve claramente, cara a cara y sin intermedio, a Dios su creador. –
Esto definitivamente, hoy sentimos; que es, lo que estábamos buscando… de pronto… toda la vida; y no lo hallábamos, por estar embutidos dentro la “fornicación y los vicios”. Hoy, nuestros ojos se abren a la verdad; y, así vemos, cuanto nos habríamos ahorrado, cuantas lágrimas y sufrimientos, cuanta desdicha y soledad infinita nos agobiaba; y ni siquiera sabíamos… el porqué. Pero, nunca es tarde; y, si la humanidad cumple con esta al parecer… “utopía” generalizada; el mundo cambiará para bien, será más placentero; y, el hombre alcanzará metas insospechadas, en el Espacio-tiempo; viviendo muchos, pero muchos años; conquistando el “universo” y expandiendo su intelecto; con el “amor” verdadero de Dios. Procuremos, pues, la unión de las religiones “monoteístas”; soportémonos y alabemos a Dios (a su hijo; y a su santo y divino espíritu… unión de todo y de todos; denomínenseles… como se quiera.) Pues, de lo contrario, el colapso final, estará muy cerca; de pronto, al aproximarse este medio Siglo XXI. O sea, en el 2050; o, quizás antes; en el 2025. Pues, es bien sabido, que Dios, está “alargando” el tiempo; con el fin de darnos, una última oportunidad. Ya que no quiere, que la “salvación”, sea de una tercera parte; o, menos, de la población mundial… el pretende que sea toda… ya que solo, un poco más o, menos; de mil o, dos ml millones de seres humanos; que finalmente sean “salvos”; se pretende, comparativamente, muy pocos; ya casi, que sería… el triunfo de Satanás; su odio a Dios y su maldad. Como si las fuerzas del mal; prevalecieran, sobre las del bien; y esto es aplicable en el “Espacio-tiempo”, a todo el “Universo”. Cuestión, por demás… absurda. Luego es muy probable que Dios, en su infinita bondad, nos otorgue más tiempo; con el objeto de esperar, más maduración de nuestra parte; para, al fin comprender, la humanidad… toda; que nuestro verdadero camino, a seguir está con la “Santísima Trinidad”: El Padre; El Hijo; y, el Espíritu Santo. –
- - “Y esto, porque una cosa puede ser amada en primer lugar, por todos los hombres, y ésa… es Dios; y en cada uno, puede ser semejante el amor de Dios; y así sigue, que también esta alegría puede nacer y engendrarse en cada hombre; y que tanto, una cosa como la otra, pueden tener a la vez, el amor de Dios; pueden también, tener la alegría que nace de ese amor. Y la alegría del uno, no puede impedir la del otro. Se verá pues, cómo los verdaderos bienes del hombre, nunca disminuyen; sino, que siempre pueden crecer, y no tienen medida ni término; sino, que cuanto más se multipliquen los hombres; tanto más se multiplicarán, también, los bienes y la alegría”. –

FIN

Lecturas compactas, solo para adultos:

Contienen “notas al margen” hechas en mis libros; sobre diferentes matices de la cultura: Historia; religión; filosofía; cosmología; ética. Así como: Astronomía; arte; astrología; matemáticas; geografía; física y química. Especialidades como: Arquitectura; ingenierías; medicina; sicología; psiquiatría; economía; y derecho, entre otras. Además novelas y poemas; con resúmenes parafraseados y puestos en apartes; con el fin de matizar los relatos literarios y las narraciones científicas.
Participa en: Diálogos; foros; y, discusión del discurso.
Únete al grupo: http://groups.google.com/group/enteluzag08

Att. Alberto Galindo Jr.

Te invito cordialmente a acceder a mis Bloggers:

http://www.notasgalindo.blogspot.com/
http://www.articulosgalindo.blogspot.com/
http://www.notasmargengalindo.blogspot.com/
http://www.escritosgalindo.blogspot.com/
http://www.notasalmargengalindo.blogspot.com/
http://www.albertogalindojr.blogspot.com/
http://www.agalgalindo.blogspot.com/
http://www.novelasalbertogalindo.blogspot.com/

Comentarios en: algalindo36@gmail.com/

UTOPÍA IV
Por: ALBERTO GALINDO Jr.
(A mi padre… †…)
Tomado en paráfrasis, del “Nacimiento de un Nuevo Mundo”. Por. Harlan Cleveland. Ed. Aguilar. 1994.

Introducción.
Ya no se trata: de la historia pasada y reciente… ahora, se refiere a las multi-dimensiones de la históricas… que abren paso a los diferentes “planos”, en los que se va desarrollando la historia moderna… por ejemplo: hoy cuando todo… se tiene que re-direccionar… por cuanto; ya, ni las doctrinas políticas funcionan; pues, desde la “polis” griega o, de la “civis” romana, ha corrido mucha agua… haciendo de estos conceptos, casi inexistentes; porque, el triángulo: animal-político-hombre; también, ha evolucionado; pues, del yo… hemos pasado por fuerza, al nosotros; en virtud del crecimiento, y el comportamiento electo-demográfico, y demócrata-pluralista, en las urnas.
Máxime… cuando ahora, se imponen las alianzas políticas, para poder gobernar; un mundo, en el cual, la “unificación de mercados”; la equidad y la globalización, se llevan por delante… hasta las teorías económicas más avanzadas del “libre comercio”; dentro de un marco social equilibrado y ecuánime, que pide a gritos: una distribución más amplia de las “utilidades” del capital (entre los trabajadores); y mejores subsidios para los desempleados; para los niños huérfanos; y para los ancianos desamparados; recordando, los deberes sociales que tiene la propiedad. O sea, que se la reconoce; solo, si los respeta. E, igualmente, mejores prebendas sociales, en cuanto a vivienda, salud, educación, alimentación y esparcimiento. En otras palabras: se impone, una urgente necesidad de satisfacer, por lo menos, las NBI. (Necesidades básicas insatisfechas); de la población. Y esto, por mandato, casi que “constitucional”; en algunas Naciones; o, ya grupos de ellas; cuyos políticos, no han podido dar mas largas al asunto. Que van atropellando y exigiendo, cada vez más; tanto a los gobiernos democráticos; como a las “camarillas” de mando directo (todavía) existentes en el planeta; claramente, dentro del concepto de igualdad, fraternidad y reciprocidad; o, colaboración mutua. ¡El enano se les creció!
- - “El caso chino, resulta muy instructivo; pero, no porque a los reformadores desde arriba, de China; no les gustase lo que habían empezado y utilizaran tanques para suprimirlos; sino, porque la historia muestra claramente, que la apertura económica conduce a exigencias de reforma política. A fines de los años 80ª; los dirigentes políticos chinos, así como sus millones de empresarios natos, redescubrieron el valor estimulante de los mercados. Más intrigante, aún, que los reformadores, desde arriba, de China; hicieron; y fue lo que dijeron… sobre, lo que querían hacer. La nueva doctrina; era, una creativa mezcolanza… de Karl Marx y Thomas Jefferson; pero, con características chinas”; y les dio resultado. –
Tales ideas; hasta, fueron llamadas “economía comercial socialista”; o, “economía de canje”; nunca… “capitalismo democrático”; que era, lo que en realidad, se pretendía instaurar (por lo menos en los E.U.); y que hoy, en el mundo, ya se ha realizado; pero, decayendo en un neo-liberalismo de estado; con las consecuencias consabidas; o sea, un “Sistema”, en el que los ricos son más ricos; y los pobres son más pobres. Pero, claro… que tal sistema… (del libre canje) ya existía en el mundo (desde miles de años); y que luego fue regulado, por la economía de la “oferta y la demanda”. Lo nuevo, fue la generación de empleo, con un dinamismo inusitado. Lo cual exigió una planificación centralizada; luego… con innovaciones certeras, como las de emplear mejores materiales; y mano de obra barata. Además, con la “informática”; se facilitó (el libre comercio) al máximo. Pero, como una cosa… lleva a la otra; la situación, se les torno “color de hormiga”; cuando se dieron cuenta, de que la cruda realidad era, que la tal “libertad de mercados”; condujo a una inusitada: “libertad del pensamiento”; en un pueblo, que por “eslavo” que fuese; también, fue cuna de grandes pensadores.
La famosa “Tiananmen”; o, “Tiananmentazo”… universitario… (1989); que siguió; tanto… el pensamiento de Mao; como de T. Paine. - «Vuestra tarea (les enseñó Mao); consiste en ver hacia dónde se dirigen las masas, para describir luego, esa dirección, codificarla, programarla y evaluarla; y además organizar su marcha. Luego, volvereís a describir, codificar, programar y organizar; ese ciclo continuo, esa dialéctica entre vosotros y las masas (señalaba Mao); es la “Teoría del Conocimiento” más correcta». – Entonces… fruto… de la “apertura de mercados” (iniciada por R. Nixon); la China cosechó un gran “auge económico”, que la ha puesto, casi que a la cabeza de los mercados en el Planeta (por lo menos… de los suntuosos… con insumos y mano de obra baratos) Y sin casi… darse cuenta, los estudiantes chinos, fueron los verdaderos “impulsores” (a lo chino) de las ideas políticas de: libertad; e igualdad; y sobre todo… de colaboración… en masa. Pero, en un momento dado… la “gerontocracia” cina, desistió de tal forma de pensamiento y envistió contra los infortunados muchachos… (mártires de esa mini-revolución.) Que más temprano que tarde triunfaría.
Pero, la nación china, ya estaba abierta (al mundo); no solamente en los mercados… sino políticamente. Cuestión que la llevó a “sextuplicar” su riqueza; y esto en solo veinte años. Así, que la estrategia, ya no fue solamente de la China; sino también de la URSS. Y, Deng Xiaoping y su grupito de parientes y amigotes (camarilla); a la larga no pudo sostener el ímpetu de los acontecimientos.
Igual paso, en Rusia: M. Gorbachov predicó que las reformas económicas y sociales debían ir juntas. «La experiencia soviética (dijo Gorbachov) demuestra que la “reforma económica” no da resultado, a menos que esté apoyada por una transformación radical del “sistema político”». Luego, esto, repercutió en Europa… en Hungría; Alemania Oriental; Polonia; Checoslovaquia y Rumania.
Más tarde (por el idioma Inglés); se rompieron las barreras idiomáticas y con la “cibernética inteligente” se realizó la gran transformación mundial de los mercados; al destaparse la “botella” de la transformación mercantil. La puerta de Brandeburgo, en Berlín fue abierta; y el muro fue echado al suelo; y los países socialistas, se dieron cuanta, de que el nuevo “sistema”, funcionaba mejor en su territorio; y con su política; ya que ahora, se trabajaba… para toda la población; con equidad; y, curiosamente… en igualdad de condiciones. Y entonces, lo que pasó… fue que resultó ser, un proceso ideal: de todos, y para todos. ¡Le llegó – al fin - pues, su momento… al pueblo! (Al aplicar… el socialismo, de la forma correcta.) Se encontraron ante dos fuerzas contrarias… y enfrentadas: la reforma desde arriba; y el estallido arrollador de la “libertad” de elección política, desde abajo. Por lo tanto… se cayeron las camarillas (una a una); y, entonces… fueron reemplazadas por verdaderos y auténticos representantes del pueblo; o, al menos, se aplacó a sus dirigentes; obligándolos a compartir y gobernar con equidad; curiosamente, ya pasó entonces para ellos, la época en que todos aguantaban… para pasar a la época… en la que todos disfrutan; por lo menos, de las necesidades básicas.
Luego… en Rumania, Lituania, Ucrania y Bulgaria: sobrevino la oleada libertaria y democrática; que de la noche a la mañana, convirtió el poder, en el gobierno de los nuevos: ”social-demócratas”. Además… Gorbachov, Reagan y Bush I; llegaron a la famosa reducción de “armamento atómico”, lo que permitió todo… lo que siguió (ya en serio) en materia mercantil; de unión política y económica mundial. Todo… (en cadena) en forma casi que repentina; como suele suceder, con todo lo bueno, que últimamente, le pasa, a los habitantes del planeta.
- - Igual… llegará Cristo o, su (ángel) representante; a instaurar una nueva “era” de paz; y, prosperidad en milenios. Y todo… este movimiento, se espera, para su culminación y arranque definitivo… en la mitad del Siglo XXI. - Entre otras cosas, con grata sorpresa… hoy ya… vemos, como “La Tierra”… se prepara, para vivir bajo el subsuelo; a cientos de metros por debajo del nivel del mar… dentro de lo que se llama: “Mega-ingeniería, del Siglo XXI”. Confirmando – significativa y simbólicamente – el futurismo bíblico – ; solo que, con un ligero cambio de dirección – si es que, acaso… en lo “ínter-dimensional” existe tal posibilidad. - (Apo. 21:1.)
Desde entonces… figuraron solo el poder del pueblo; sus representantes; y la nueva prensa; dentro de un mundo unido. Las multitudes creyentes en la “utopía” cumplida; los banqueros y empresarios… sacando provecho de la nueva realidad, motivada por una “juventud culta” (y esperanzadora); transformadora… de Naciones como Japón; Corea del Sur; Taiwan; Hong Kong; y Singapur… visto… en noticieros y revistas, tanto de papel como digitales. Como… lo serán los libros del futuro. Verdaderos “trompeteros” del auge arrollador de los tiempos por venir.
La juventud, si bien es cierto que aún, todavía, no saben gobernar; se han dado cuenta, de que sus mayores tampoco; y entonces ellos irán… tomando, poco a poco, las rindas del poder; abriendo lo oculto; y descubriendo lo cerrado (seguramente que muy guardado); que les depara el provenir. (No aquel apocalíptico, pletórico de desastres y tormentos; sino – la nueva era - llena de esperanza por su fuerza renovadora.) Ya que un pueblo, bien nutrido, desde entonces trabajará… dentro de un nuevo sistema de todos… y para todos; sin ninguna clase de rencores y henchido de esperanza; fruto de una cultura generalizada, procuradora de grandes cambios, en lo político; económico y social.
Con nuevos dirigentes (representantes, y profesores-cultos); que sabrán conducir un “mundo globalizado”; con “gobiernos” representativos; producto de las multitudes reorganizadas y sabias; como lo deben ser las autenticas democracias del pueblo; y para el pueblo. ¡Esto, es lo que verdaderamente nos espera! Como una utopía; entonces, ya… cumplida, gracias a la transformación, que nos otorga, la verdadera aplicación de la cultura. Definitivamente, no creemos en apocalípticos temores (por lo menos para ya); solo, sí; en el desafío triunfante… de las “masas organizadas”, contra oligarquías y camarillas, instaladas… (casi, que de por vida) en el poder absoluto o, disimulado; pero, ahí… encima (a caballo) del trabajador explotado; sin siquiera… la esperanza… por una vida mejor.
La paciencia… tiene sus límites… y por lo visto ya se colmó… está confirmado que el verdadero poder representativo… ya le llegó al “pueblo trabajador”; y hasta cierto punto “sumiso”. Que, desde ahora en adelante, vencerá democráticamente; y, con los ojos bien abiertos, hará cumplir con lo prometido; o, nuevamente… derribará, a los testaferros (hijos… de papi) que se logren colar en el Parlamento; o, en el poder, constituido mediante el voto en las urnas. ¿O, es que resultará también utópico, salir… de esa gente? Que al parecer, por generaciones… no saben vivir de otra cosa; pues con uno que se meta; se embute el resto de la familia.

La Equidad.
- - “Las inquietas multitudes, que tanta prisa meten ahora a sus dirigentes, están dando expresión a una compleja mezcla de esperanzas y temores. Sus esperanzas van unidas a aspiraciones cada vez más generalizadas, acerca de sus derechos humanos y a nuevas expectativas acerca de sus necesidades humanas. Pero están también mezcladas con temores – a la discriminación, la explotación, la dominación, la conquista o, la guerra civil – basados en el choque de identidades culturales”. –
La guerra, o el temor a ella, fue como un nubarrón que se interpuso entre el pueblo y sus gobernantes; y logró justificar opresiones ya cumplidas; absorbiendo recursos (útiles para otros menesteres sociales); pero sofocó – a punta de sufrir - rivalidades étnicas, que de pronto, hasta obstaculizaban intereses generales, en otras guerras; hasta llegar a la “madre” de todas ellas (“El Armagedón”.) Esto, ojalá nunca lo sepamos, pues la reconstrucción del “Templo de Jerusalén”; ya se ha efectuado… y varias veces. –
Pero, sin embargo, tal nubarrón, intensificó la lucha por los derechos humanos; e, hizo posible una nueva guerra (esta si) provocada por la pobreza (ya que la mayoría de las otras, lo fueron por la ambición de los gobernantes.) Que, al mismo tiempo, hizo brotar llamas de las ascuas del conflicto cultura y religioso. - Pues, a lo largo y ancho de la historia de la humanidad (absurda, pero nuestra); la equidad y su contraria… la discriminación; han estado determinadas, por el acceso al principal recurso de la civilización; o sea las armas; utilizadas como justificación principal, dizque para la “protección” - igual que las murallas – pero, que en realidad, eran causa y objeto, de la más cruel sumisión. Primero por la falta de tierras (seguras) para cultivar. Sencillamente, escaseaban, a la vez, que los alimentos, los minerales, las fibras y los productos manufacturados, los textiles, los remedios… todo. Así, que la tal seguridad, se pagó… y con creces… tanto que hoy, todavía, en una o, en otra forma, la cobran; y con tal pretexto, muchos gobernantes, quieren eternizarse en el poder; o, en última instancia… pretenden que su camarilla lo haga.
- - ¿Qué supone, para las perspectivas de equidad, el hecho de que la información; algo tan abundante, tan susceptible de ser compartido, y de fácil acceso; se esté convirtiendo ahora, en el recurso predominante del mundo? – Seguramente, que las personas que tengan la educación necesaria, para transformar la información, en conocimiento, y capacidad de juicio; afilen sus habilidades intuitivas; y que sepan cómo obtener acceso a la información y, lo que es más importante: sepan seleccionar, de la sobrecarga de información que nos abruma, a todas; esas personas que se encontrarán en mejor situación; y que serán mejor tratadas que las demás; en cuanto a su educación, en los principios básicos de las “comunicaciones”; pues, si es muy cierto que la mayoría de tales decisiones, no tienen nada que ver con las relaciones internacionales; sino, que forman parte de los asuntos internos, nacionales, culturales de los Estados. Luego, la equidad depende de la educación: Primero, si se permite obrar y pensar con entera libertad. Segundo, saber si en todas las sociedades, se excluye sistemáticamente a los pobres; especialmente, en cuanto a la igualdad de oportunidades, para aprender “informática”. Tercero, saber hasta que punto, se permite el trato a las personas en base a categorías; en vez de cómo individuos, con derechos y sentimientos propios. –
-
Los derechos humanos.
Se han hecho valer, a través de una lucha multifacética y titánica. Una vez transcurridas las efemérides libertarias en las Naciones del planeta, dentro de la ya – muy larga historia de la civilización, la idea moderna de los “derechos humanos”, habría sido calificada de “extraordinaria”. Pues lo ordinario, eran los derechos arrogados por Dios; si tal cosa resulta convincente; o, se toman por la fuerza, en el caso contrario. Por ejemplo: hoy todavía, vemos asombrados, a un presidente… (B. Obama) rogando por lograr el reconocimiento de derechos, para su pueblo, como el de la “salud” para todos.
Durante las primeras etapas del pueblo norteamericano; que en su lucha por la libertad, lo llevó hasta la (única) “Guerra Civil”. Siendo un rincón, donde las “colonias” fructificaron, gracias al cultivo del algodón; el tabaco; el maíz; el frijol; y tantos otros cereales, y frutas; que lo llevarían a ser la despensa del mundo.
- - “Los deberes, no los derechos, constituían la esencia de la tradición para los hebreos, chinos, griegos, hindúes, budistas y cristianos por igual. El derecho llamado divino, era puro privilegio; o, sea, el derecho de una minoría, a decir a la mayoría, lo que había que hacer (y pensar) y a quien había que hacérselo”. En el islam, la tercera “religión del libro”, el Corán, habla de equidad en la propiedad, justicia para con los esclavos y generosidad con los indígenas, pero tampoco en este caso, se trata de derechos de los desheredados, sino de deberes de los más afortunados. También, en el marxismo, la cuarta “religión del libro” (la primera en venerar un libro escrito por un economista); el valor del individuo, se mide exactamente por su contribución al orden social”. -
Lo curioso del asunto, es que muy probablemente, estemos ante un fenómeno mundial; que de pronto, solo se produce cada mil años; o, más. Pues la esencia, de tales derechos, siempre ha estado ahí, desde la creación. - Pero, que solo con la ilustración, se generalizó la idea, de que toda persona tiene derechos, que no le son conferidos por la sociedad; y que ésta debe reconocer, e incluso proteger. - No obstante, todo parece indicar que esta idea fundamental occidental, y que tanto ha tardado en expresarse, lleva el camino de la “universalidad”. La idea de los derechos humanos, de que las sociedades, deberían ser gobernadas “como si el pueblo importara”; es tan fundamental, tan natural, tan obvia, una vez revelada; que no obstante, bien podría ser la primera revolución de alcance global, la primera gran estrella mundial, de la historia, de la filosofía política. -
Cyrus Vance, sostenía que - el núcleo tradicional de los derechos humanos internacionales, está formado por los relativos a la seguridad de la persona, y más concretamente, por el derecho a “estar libre” de los abusos del Estado; o, de la violación gubernamental de la integridad de la persona. Tal violación incluye: la tortura; el castigo; o, trato cruel, e inhumano; así como, la negación de un juicio; y la invasión del hogar. - Igualmente, abogaba por garantizar la satisfacción de necesidades básicas, tales como: niveles mínimos de alimentación; ropa; alojamiento; educación; salud; y empleo (digno); igualmente, sitios para orar y que ofrezcan distracción y esparcimiento; todo… sin discriminación alguna. – La reacción en cadena de derechos humanos y valores democráticos, está resultando ser explosiva, y esa capacidad de explosión, está ya a punto de hacer que se estremezcan los mismos cimientos de la política mundial. -
Hoy, como nunca, la “opinión general de la humanidad”; se ha tornado tan fuerte, que las “satrapías” más enérgicas no pueden desconocerla. Vivimos en un mundo globalizado para todo… no solamente en los mercados, sino en política. Pero, hay casos en los que la falta de vergüenza; y por mantener a la gente asustada e intimidada; a puta de cañón; no se logra imponer un frente de respeto y las “leyes” internacionales; no pueden; ni los movimientos pro-democráticos; nada… y lo mejor que se ha podido efectuar, es hacerlo por medio de avergonzarlos en foros mundiales; a los que se atreven asistir sus representantes; pero ni así… ya, lo más que se ha podido hacer es crear un ejército (dependiente de la ONU); los “cascos azules”; que por lo menos imponga, cierto orden en el desorden; dentro de la cimentación burocrática de “esbirros” militarizados; hasta hacerla estremecer; y sobre todo, renunciar a tales prácticas, desvencijando, lo que al perecer se ve fuerte; pero que en realidad no lo es; pues, la conciencia general, pesa más que las balas.

El Desarrollo.
Al parecer, hoy es más notable el número de pobres en el mundo; y lo que pasa, es que por el “voto”; estos, se están manifestando cada vez más; y, han sido más notorios, en los diferentes parlamentos, sus pedidos por ecuanimidad y mejor repartición social del paquete tributario; dentro del desarrollo de un determinado País. - No obstante, se mire por donde se mire, ahora hay más pobres en el mundo que cuando empezamos. Tenemos, que los hay en mayor grado, en el África y Latinoamérica; incluso en el Asia. – Todos los países lamentablemente, están organizados de tal manera, que discriminan en mayor o, menor grado, a sus propios pobres. Y si durante 40 años de ayuda al desarrollo, la diferencia entre ricos y pobres; se ha agrandado; los responsables de la ayuda exterior, aunque actuasen con mejor voluntad, a menudo han contribuido agrandar la diferencia que a suprimirla. - No en vano, gracias a las diferentes organizaciones; cerca de diez millones de personas hoy, están vivas gracias a diferentes formas de ayuda extranjera. Y en algunas partes de Europa, Japón, Corea del Sur, Taiwán, y Singapur la situación es lo contrario.- No obstante, en el resto del mundo, otros centenares de millones de personas han quedado excluidas del circuito cerrado del desarrollo. Incluso en los sitios donde se toman medidas especiales para dirigir la asistencia hacia el “nivel rural”; las prestaciones no escapan a la presión hidráulica de las bombas sociales, que impulsan los recursos. Desde los pobres marginados, hasta los ya muy ricos, de las grandes ciudades de todas las regiones de La Tierra. -
- - “La ética del crecimiento, tuvo siempre dos importantes fallos. En primer lugar, fomentaba el crecimiento económico como si éste fuese el objetivo fundamental de la vida y el trabajo; como un sustituto, de toda una variedad de deseos humanos; más que como un medio de conseguir tal satisfacción. Este razonamiento, era como decir que el objetivo de una industria química, es fabricar productos químicos sin tener en cuenta, por qué, ni para qué, se fabrican. En segundo lugar, el crecimiento económico parecía generar demasiada basura, peligros, trastornos y disensiones. En el mundo industrializado, la gente cada vez más consciente del daño causado a la naturaleza, reaccionó, cerrando filas, bajo la bandera de “hacer verde”, la política y la industria”. –
Utopía V.
Por: Alberto Galindo Jr.
A mi padre… †…
Escrito, tomado en paráfrasis, y libre interpretación; del “Nacimiento de un Nuevo Mundo”; por Harlan Cleveland. Ed. Aguilar. 1994.

PREFACIO.
- En este mundo nuevo… dentro de una historia nueva… la unión hace la fuerza… tanto, que si un candidato no cumple… con sus promesas; se le puede trabajar… en “Internet” (DENUNCIÁNDOLO); hasta… hacer que renuncie. Montándole: caminatas, firmas, eventos informantes y probatorios etc. O sea, que gracias a la “Red Internet”; los tiempos del engaño… al pueblo, ya pasaron; puesto que ahora todo… funciona en relación con todos. Se forman al momento, grupos de usuarios, líneas de chateadores, de bloggeristas; blokeristas (en la Bloker, Blogger, Fasebook, Twiter, y tantas otras); que cuentan con verdaderos contactos, que fácilmente pueden llegar a miles (por la: Gmail, Yahoo, Google y tantas otras del “ciberespacio”); que los (ingenieros de sistemas) expertos en informática, manejan a la perfección (y asesoran al lego en esto, como el suscrito); El «yo» aislado ya no existe; hoy se impone el «nosotros»; no solamente de carácter “virtual”; sino, que en algunos países; al igual que la misma “globalización”; por ahora, de mercados; mañana no se sabe; pero, se intuye que también estará unida… (como la UE); en cuanto: a lo social, lo físico y naturalmente lo económico (con una sola moneda); en donde los “jefes de estado”, serán sus principales representantes; dejando a cargo, en casa, a los primeros ministros y/o, vicepresidentes; o, a la inversa. A.G. -
La Equidad.
- “La equidad, es un asunto de todos los días, en la política de modernización. Resulta mucho más explosiva, cuando aparece combinada, como ocurre ahora en la mayoría de las sociedades; con rencores y reacciones expresados en nombre de la identidad cultural”. –
Equidad = Ecuanimidad. Propensión a dejarse guiar por la conciencia; o, por el deber, antes que por los preceptos rigurosos de la “Ley”. O sea, que es más idealista, que otra cosa. Y practicado en la economía, da la impresión, de que se trata, de una libre y justa distribución; especialmente de las “ganancias”. En cuanto a la “macro-economía”; es entendible que también se trata, de “distribución”; pero, de “utilidades” en cuanto al “capital”… como una parte importante de su estructura… en su moderna concepción; indudablemente, se trata de una “mejor repartición” de las mismas; esta vez, entre los otros elementos constitutivos del “Capital”, el trabajo; o sea, entre el “trabajador”.
Como se ha visto… varios factores han contribuido a que hoy, se tome en cuenta tal determinación… pues, es ya (en algunos países, por “Ley”) de carácter obligatoria. Situación, a la que se llegó por la definición de la misma “Ley” conceptual del “Capital” de Marx. Adoptada, hoy en muchos “sistemas de gobierno”; por el desenvolvimiento, apadrinado, por el concepto electoral y su desarrollo. Se deduce de la ecuación: A más votación popular… más y mejores condiciones de trabajo; al igual que más y mejores condiciones, para la gente en general. Lo contrario, es dejar aislado a un País; tanto, que el “constituyente primario”, ha rescatado a muchos conciudadanos del grado de (atraso) soledad legal, en el que se hallan. Y poco a poco, van sacando de la “isla” done se encuentran algunas naciones; y, sus respectivos habitantes. Ya que, en cuanto desarrollo “legal”; en ese sentido, los “estados” y sus “sistemas” avanzan todavía, muy poco.
Insisto: Ya, no se trata del «yo»; hoy se impone el «nosotros»; por lo menos en cuanto a las -NBI- necesidades básicas insatisfechas; entonces, es aplicable, en forma generalizada; o sea, a todos los campos: económico; físico y social; y, por lo visto… no solamente a unos pocos países; sino, a todos los países del mundo. A.G.

IDENTIDAD CULTURAL.
- “La socióloga Elise Boulding, dice que hay «Diez mil sociedades viviendo dentro de 168 - Estados-nación - ». Pero incluso esta llamativa forma de plantear el asunto, resta importancia a su complejidad, porque esas “tantas” sociedades… son transnacionales; de ninguna manera, están dentro de los límites políticos, trazados en nuestros mapas convencionales del mundo. Hay muchos millones de chinos, fuera de China y de rusos descontentos en las repúblicas limítrofes de Rusia; millones de húngaros, rumanos y turcos, en países de otros pueblos. Millones de catalanes, vascos, kurdos, palestinos, eritreos, tamiles, ibos, zulúes y tibetanos; millones de musulmanes, hindúes y sijs que forman sociedades imbricadas en el subcontinente asiático, y millones de nativos de Quebec; e indios norteamericanos, que no reconocen como “nación” suya el “estado”, en el que se encuentran”. -
Dentro de un mundo de minorías (étnicas) debido a la migración, que hacen de las “estadísticas”, algo engañoso. Esto ha pasado en Yugoslavia; Francia; Hawai; En E.U. (California) en forma marcada dentro de los anglosajones, africanos, escandinavos, irlandeses, alemanes, italianos, polacos, judíos, árabes, chinos, coreanos, japoneses, mexicanos, centroamericanos, y suramericanos; nativos del sudeste asiático, indios, paquistanís, afganos, etc. Son ya parte de la cultura americana. Por medio de la T.V. – la idea de una sociedad multicultural, poseedora a la vez de un fondo nacional y una perspectiva global, todo lo cual se ha promovido ya a trompicones, desde el Siglo XX. Dando comienzo, como una ola, en unos pocos países, para extenderse a otros tantos; con intercambio cultural y de productos comestibles, mineros e industriales. –
- “¿Qué es la identidad cultural? «Es ante todo, nuestra identificación espontánea como individuo con nuestra comunidad lingüística, local, regional y nacional y sus valores específicos (éticos, estéticos etc.) El modo en que absorbemos su historia, tradiciones, costumbres y estilos de vida; nuestro sentimiento se fortalece al estar experimentando, compartiendo o, modelando un destino común; el modo en que nos proyectamos, en un ser colectivo, en el que vemos continuamente, nuestro reflejo; adquiriendo la capacidad de construir nuestra personalidad, por medio de la educación y de darle expresión en obras que afectan, a su vez, al mundo en que vivimos». Es naturalmente, el hecho de poder contemplar el «yo»; con el «nosotros»; o a la inversa. Lo cual, automáticamente, nos capacita para transportarnos, de lo personal a lo colectivo; proyectándonos en el “espacio-tiempo”; haciendo cosa propia y sentida, toda la historia de la humanidad”.
Pero, será casi lo mismo, dentro de nosotros, el ayer, como el hoy; o, como el mañana; por una magia casi que milagrosa… veremos (y hasta soñaremos) en forma palpable, los acontecimientos; y lo peor, estos nos apenarán, tanto, como si los fuésemos viviendo de verdad. Nos harán expresar sentimiento de vergüenza y nos harán decir: si… es una historia triste, pero es nuestra; así, nos encontremos al borde de las guerras. Nos daremos cuenta, finalmente, de la disparidad de las comunidades humanas; y de su falta de cooperación; en el comportamiento de unas con otras; su ingratitud será palpable, tanto como su personal forma de pensar. Como si fuese parte de una sola cultura. Veremos Naciones armadas hasta los dientes; que solo pueden amenazar, pero nada más… de mostrarlos hasta la saciedad, no pasará. Y si pasa… la verdad, es que serán borradas del mapa… o incapacitadas; antes de que puedan actuar con fines destructivos. En realidad, generalmente, las grandes potencias, hacen a veces, sus cambalaches; permitiendo… hasta invasiones, de unas naciones satélites, por otras; cuando, no son ellas mismas - las potencias - ; las ejecutoras de tan horrorosas acciones; pero, solo con relación a sus naciones satelitales.
La modernidad, hace que hoy, no exista una “identidad cultural”, que no haya sido afectada por “influencias externas”; que como verdaderos “collages”, resultan en estampados totalmente nuevos, equilibrados y hasta agradables. En esto, hemos convertido, finalmente, al «yo»; al unir lo viejo con lo nuevo; al ayer con el hoy; como un “caleidoscopio” de imágenes; e, “identidades cambiantes”, flexibles, según la circunstancias; en las cuales hemos transformado lentamente al «yo»: “Haciendo del pasado, un prólogo; y nunca, un pronóstico del presente”.
Según esto, toda “cultura de grupo”, es válida, solo, en parte; pues, sus “lazos culturales”, se han tornado ficticios. – El impacto neto de las modernas tecnologías de información, en la cultura; también, parece estar fomentando la diversidad. Algunos observadores, creen que se está desarrollando una “cultura de masas”; señalan: la uniformidad de los pantalones vaqueros; los refrescos, la comida rápida, los programas de T.V., y las armas ofensivas esparcidas por el mundo. – Ni más ni menos, definitivamente, hemos, pues, transformado el «yo»; por el «nosotros»; haciendo del verdadero: “Nuevo Socialismo del Siglo XXI”; un evento, con una mejor imagen, de las doctrinas de Kant; ya que al darles la aplicación estructural natural e, ideológica, que tuvieron; o sea, más humanas; y menos militaristas, materialistas; y más idealistas, liberales y/o, democráticas; marcadas por las nuevas tecnologías.
- “La tradición cultural, suele ser un obstáculo para el - cambio social - . Tal es el caso no sólo de los hábitos, mitos, ritos, y costumbres antiguas; sino, también, de estrechas ideas culturales “modernas”… (el concepto, de prueba de los científicos, la devoción al equilibrio, de los economistas); que inhiben el pensamiento integrador, capaz de considerar la situación, como un todo; y que constituye, la esencia del liderazgo, en la aplicación de políticas. Es aquí, donde las tecnologías de la información (los ordenadores, satélites y telecomunicaciones integrados en sistemas operativos); ejercen especial influencia, a la hora, de despertar, en millones de personas, una conciencia común, y equitativa, del medio ambiente mundial; y, de crear normas comunes: tales como la amplia idea de los “derechos humanos”; hoy, inherentes”. -

Más fácil nos comunicamos hoy, con las personas con afinidad mental, que paradójicamente, con las que estén, en distancias geográficas muy amplias (que ya no existen); circunstancia, por demás, súper-utilizada por las diferentes comunidades religiosas. – Por consiguiente, lejos de fundir la rica “diversidad de culturas” del mundo; en una masa indiferenciada; las tecnologías globales, que muestran el mundo, como una unidad; contribuyen también, a agudizar el conflicto entre las “tribus”; “sistemas de creencias”; y aún, de “Naciones”; en el sentido cultural, y original de esta palabra. - Sin embargo, la “diversidad cultural”, tiene un alto valor y se debe garantizar. No solamente en cuanto a su valor netamente cultural; sino, en cuanto al deseo separatista de algunos; y, hasta del exterminio, de otros… Ahora, se trata de la misma “libre-auto-determinación” de los pueblos; con equidad y justicia; gracias, a su no, auto-suficiencia; y a la “Cibernética Inteligente”.
- “La diversidad cultural, lleva el camino, no obstante, al entrar en conflicto con otros valores, sobre los que tendrán también que estar muy bien fundamentados todos… en el contexto en el Siglo XXI. Uno de éstos, es el choque de los “derechos de grupo”, reivindicados por ambiciosas comunidades culturales y raciales; con ideologías opuestas a los “derechos humanos”; individuales e inalienables. Según esta última, una persona tiene derechos, no porque sea miembro de una Nación; grupo, género, clase categoría étnica, o incluso familiar; sino en virtud de la presencia de la “diversidad cultural”; procedente de las fuerzas centrífugas de la ciencia y la tecnología modernas; que hacen posible concebir el mundo como una unidad; como una biosfera integral, que tiene que ser controlada y protegida; como una comunidad global, en la que por ejemplo, la “guerra nuclear” y el “hambre” deberán estar proscritos”. –
Debemos, - superar el vivo deseo de mantenernos fieles al «nosotros»; frente, a un de pronto, y hasta hostil, «ellos»; que figura como instinto básico del ser humano. - En la política mundial, este impulso crea muchas comunidades – afianzadas por lazos étnicos, religiosos e ideológicos – cuya fuerza centrípeta, está en tensión con los imperativos de las revoluciones; científica-tecnológica, de nuestros días. Por ejemplo: Fusionadas, en funciones simbolizadas por los mediadores y fuerzas destinadas por la ONU; a crear y mantener la Paz, a toda costa. – Además, la observación meteorológica mundial, la ayuda a los refugiados, el control de las enfermedades infecciosas, los sistemas de seguridad de la aviación civil, la cooperación en la investigación agrícola, la limpieza medio-ambiental de los mares regionales; y, el concepto de bienes comunes de la humanidad… los océanos, la atmósfera, el espacio exterior y la Antártida.
Son pues, como, la “policía mundial”; a cargo directo del grupo de Naciones más desarrolladas del planeta. – Es así, como las personas protegen su sentido de la individualidad, de las incertidumbres y las grandes ideas (corporaciones, gobiernos, doctrinas religiosas rivales, teorías económicas y abstracciones como el “orden mundial”); este es el motivo de que cada paso “cooperativo” que se da, hacia afuera de la vecindad, pueblo, estado o, nación; esté en tensión, con la tracción centrípeta, que ejerce por naturaleza la comunidad. En lo religioso, lo profesional, lo científico, lo deportivo, lo petrolero; obviamente, sin menoscabar la soberanía del Estado-nación; con el «nosotros-ellos»; como mínimo sentido de comunidad. Desapareciendo, y para siempre, el concepto de la “aldea-global”; por lo menos para el próximo período histórico que ya trasciende las fronteras; sin importar lo que piensen los deportistas; los físicos-nucleares; los oligopolios de recursos, los especialistas en patología botánica, y los fanáticos religiosos.
- “En resumen, la tracción centrípeta de la comunidad, que nos proporciona a todos, parte de nuestra preciada identidad, es parte de la realidad; también, lo es el valor de cada persona como individuo, y también, lo es la necesidad de dar forma a comunidades e instituciones más inclusivas; que son posibles, gracias al conocimiento moderno. Lo que es único, no puede ser universal; y, lo que es universal, amenaza y está amenazado, por lo que es único. Por consiguiente, aunque celebremos la diversidad cultural; y el cambio político, que está provocando en cuatro continentes; hace necesario pues, que nos dediquemos también a pensar la manera de conciliar: Los derechos humanos, individuales, y las oportunidades humanas globales”. -

FALSA ANALOGÍA.
- Las esperanzas y temores humanos, más las recientes tecnologías globales y la aún más reciente conciencia pública, han hecho necesario un nuevo “plan” de actuación internacional. Tal “plan” se ocupa, antes que nada, de viejos asuntos con apariencia de nuevos; la gestión del cambio sin violencia, y la solución de conflictos de guerra. Figura en él (plan): la gestión de una economía verdaderamente mundial, que está a punto de sufrir una depresión nerviosa, por falta de instituciones capaces de hacer que el clima económico, resulte más o, menos, previsible. En dos terceras partes del mundo, se requiere nuevas formas de enfocar el desarrollo; que tengan en cuenta, no sólo las necesidades del crecimiento económico; sino, el anhelo de un impulso más equitativo; y la pasión, por la identidad cultural. -
Dicho “plan”, - incluye, la gestión de las diversas partes del medio ambiente del planeta; y la protección de recursos físicos comunes y ciclos naturales globales (como el calor, la humedad y la energía.) – La acción colectiva y cooperativa, en esta variedad de asuntos, exige reconsiderar lo que entendemos por internacional. Pues, todos ellos entran en lo que ha sido fundamentalmente, el ámbito de los asuntos internos de cada país. - Lo cual, hace necesario la actuación internacional; ya que 300 años de descubrimientos científicos; e, innovaciones tecnológicas; hace posible, que la gente, tome nuevas alternativas políticas; que decida, cómo quiere ser gobernada, por quién y con qué fin. - Se puede aprender – como decía Aristóteles: - «Diagnosticar con un espíritu escéptico» ; ya que entre tantos nuevos órdenes mundiales de la historia, no se generan sistemas duraderos y justos, en el cambio pacífico. – Por ejemplo: En los E.U., las colonias, se convirtieron en Estados; los Estados, en una Confederación y la Confederación, en una Federación. - Lo que supone, un poder ultra soberano, eliminando de plano, las jurisdicciones políticas que dividen. – Y por lo tanto, se conjeturó, en su momento, que este planeta, debería ser gobernado con este marco. - Pero, la gran diversidad de expectativas y ambiciones, resultaron ser muy diversas, lo que imposibilitó: La planificación y dirección.
- “Y hay algo más que añadir… Hoy los mismos “Gobiernos Nacionales”, con todos sus impuestos progresivos, bancos centrales y autoridades planificadoras; han demostrado, que éstos no dan abasto. Y que, para dar recetas de gobernabilidad internacional, se debe tener cuidado, a la hora de tomar modelos de algunos “Gobiernos Nacionales”. –
Es evidente: - Que, a todas luces, a los “Gobiernos Nacionales”; la situación se les ha salido de las manos. – Pues, tenemos por ejemplo: Que a las “democracias industrializadas”, acosadas por la inflación, los paros, la contaminación, la superpoblación urbana (muy mal orientada); la inseguridad, la drogadicción, y la delincuencia en general; ya han hecho fatídicos ejemplos de esta problemática. – Un “nuevo proletariado”, corre en tropel a través de las fronteras internacionales. Las rivalidades étnicas y religiosas y los separatistas sub-nacionales, amenazan la integridad de las viejas Naciones: La URSS., Yugoslavia, Sri. Lanka, Suráfrica, Nigeria, Etiopía, Jordania, Líbano y el Canadá, han sido ejemplo perfecto de ello, desde principios de los años 90ª. - Ellos, tienden a elaborar sus políticas, dentro de las fronteras artificiales, establecidas en la época del pensamiento racional (física, biología, economía y antropología); en la época en que las competencias gubernamentales, estaban mejor definidas (minas, marina mercante, montes, regulación del comercio etc.) Y, además en la época, de las profesiones clásicas (derecho, medicina, y ingeniería.)
- Consecuencia directa de ello, es que, en general, los “organismos administrativos nacionales”; carecen de la organización necesaria para tratar problemas que trascienden del ámbito de las disciplinas, especiales y burocráticas; para generar más conciencia de la interconexión de las cosas; y para fomentar la formación integradora, la responsabilidad del personal y la toma de decisiones. En lugar de ello, todas las administraciones son, básicamente, un conjunto de ministerios verticales, donde las recomendaciones circulan “hacia arriba”… y las órdenes “hacia abajo”. –
-
- Pero, todo el mundo (incluidos los habitantes de estas pirámides de papel); sabe que las decisiones complejas que dan resultado son, en su mayor parte, producto de la “negociación horizontal”, de lo que nosotros llamamos: “Tarea de comité”. – Y las responsabilidades, sobre la minería en general: El “petróleo”, el “gas” y el “carbón”; se repartían entre los departamentos como parte de la materia sin estudiar, denominada “energía”; que incluye: el sol, el viento, el agua, y las formaciones de nubes. El comercio, la estabilidad monetaria, el aislamiento doméstico, el diseño de viviendas, el transporte, la movilidad de las poblaciones y muchas cosas más. - Esta circunstancia, precisamente, no dejaba ver: Que al final, la esfera de la energía; está la política; y que la energía, tiene un alcance mundial. –
-
Luego, lo que hay que destacar, es el fracaso de la política energética, notorio ejemplo de la impotencia de los “Gobiernos Nacionales”, más poderosos del mundo; que no tuvieron la suficiente visión de futuro, para gobernar con prudencia en el presente. O mejor, que no se atrevieron a sobrepasar, sus verdaderas funciones, de “policía del mundo”. - Ésta es una de las razones, de que cada vez, sea mayor el número de funciones, incluidas muchas que dependen de “fondos” exclusivamente estatales; que se dejan en manos de organizaciones no gubernamentales. La investigación avanzada y el desarrollo, la educación y los intercambios culturales, el servicio jurídico a los pobres, la recaudación de impuestos (mediante el mecanismo de deducirlos del salario); y la producción de armamento, son solo algunos de los muchos ejemplos de esta tendencia, sobretodo visible en los E.U. – Curiosamente, tal limitación, no implica necesariamente (ni siquiera normalmente) una pérdida de soberanía. (O, de influencia directa; por lo menos, hasta ahora. Pero, hoy fuertemente amenazada.) Ésta, no ha sido nunca, un derecho absoluto; tiene que ir siempre engranada con otros derechos. A menudo, es la combinación de soberanía, lo que permite a cada parte ejercer la suya propia. –

FIN